Canadá respira tras la derrota de los soberanistas

Harper felicitó a Couillard y añadió que los quebequeses han rechazado el independentismo.

El próximo primer ministro provincial, Philippe Couillard.
Canadá respira tras la derrota de los soberanistas

La abultada derrota de los soberanistas en las elecciones provinciales de Quebec es celebrada este martes por el resto de Canadá, que respira con alivio ante lo que algunos consideran el final del independentismo de la provincia francófona.


Los últimos datos dados a conocer este martes por la Dirección General de Elecciones de Quebec señalan que, en los comicios de ayer, los federalistas del Partido Liberal de Quebec (PLQ) recibieron 1,7 millones de votos, el 41,5 % de los emitidos, con lo que obtuvieron 70 de los 125 escaños del parlamento provincial, la Asamblea Nacional.


Por su parte, el soberanista Partido Quebequés (PQ), que perdió el poder con las elecciones de ayer, recibió algo más de un millón de votos, un 25,3 %, lo que se traducirá en 30 escaños, 24 menos de los conseguidos en las anteriores elecciones provinciales de 2012.


Los otros dos partidos que tendrán diputados en el Parlamento provincial serán el nacionalista conservador Coalition Avenir Québec (CAQ), con 975.000 votos y 22 escaños, y los independentistas de izquierda Québec Solidaire (QS), con 323.000 votos y 3 escaños.


Los resultados, inesperados por lo abultado de la derrota de los soberanistas que iniciaron la campaña electoral por delante en las encuestas de opinión, garantizan que Quebec no celebrará un nuevo referendo independentista mientras el PLQ esté en poder, lo que está garantizado hasta octubre de 2018.


El primer ministro canadiense, el conservador Stephen Harper, felicitó anoche al líder del PLQ, y el próximo primer ministro provincial, Philippe Couillard, por su victoria y añadió que "los resultados claramente demuestran que los quebequeses han rechazado la idea de un referendo" soberanista.


Este martes, en el Parlamento canadiense, Harper repitió varias veces sus felicitaciones a Couillard y añadió que los quebequeses han rechazado el independentismo para elegir un gobierno que "se enfoque en la economía y la creación de empleo".


Uno de los principales comentaristas políticos del país, Jeffrey Simpson, señaló este martes en el periódico más influyente de Canadá, "The Globe and Mail", que el resultado de las elecciones de Quebec supone "un gran alivio" para el primer ministro.


"Que nadie se equivoque, un victorioso PQ habría celebrado un referendo y habría contado con la escasa popularidad de Harper en Quebec para ayudar a ganarlo", dijo Simpson.


Otros comentaristas argumentaron que los resultados señalan que el movimiento soberanista quebequés está muerto, que sólo la generación de los años setenta lo ha mantenido con vida y que las nuevas generaciones de quebequeses no quieren oír hablar de la idea de separación.


Durante su primera rueda de prensa tras la victoria electoral, Couillard dijo este martes que realmente en Quebec se ha producido una "nueva alineación de las fuerzas políticas" y un cambio sísmico en el electorado de la provincia francófona.


Pero no se mostró tan rotundo a la hora de declarar muerto al movimiento soberanista.


"El movimiento soberanista no está muerto. Lo que podemos preguntarnos es si esa idea puede realmente movilizar a la gente políticamente y ayudarles a formar un gobierno. Pero es el PQ quien tiene que hacer ese análisis", dijo Couillard.


Con 30 diputados y con el estatus de líder de la oposición, el PQ tiene por delante una larga travesía. Su líder, Pauline Marois, la primera mujer que ocupó el cargo de primera ministra de la provincia, perdió el lunes su escaño y anunció su dimisión, lo que deja al partido descabezado.


Los nombres de posibles sustitutos ya empiezan a aflorar, empezando por el de Pierre Karl Peladeau, el multimillonario y magnate de los medios de comunicación canadienses que hace un mes anunció su incorporación al PQ y ayer consiguió su primer mandato como diputado.


Peladeau ha sido responsabilizado por algunos como uno de los factores de la derrota del PQ, con su declaración el mismo día que anunció su candidatura política de que su objetivo era hacer de Quebec "un país independiente".