Las FARC reconocen el asesinato de dos policías y lo justifican por el acoso militar
Los policías "fueron detenidos" por milicianos de la Columna Móvil Daniel Aldana.
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reconoció este sábado el asesinato de dos policías secuestrados el fin de semana pasado en el suroeste de Colombia y lo justificó por "la gran operación militar de persecución" que sufrieron sus captores.
El comandante Germán Méndez Pabón y el patrullero Edílmer Muñoz Ortiz desaparecieron el día 15 de marzo en la zona rural de Tumaco cuando trabajaban en un plan de consolidación de la presencia del Estado en zonas remotas y vulnerables, y sus cuerpos aparecieron tres días después con señales de tortura, según denunciaron las autoridades.
"Las FARC lamentamos la trágica muerte (de los policías), al tiempo que hacemos llegar nuestra voz de aliento a sus familiares y compañeros", afirmó el Secretariado, máximo órgano de esta guerrilla, en un comunicado.
En el texto, los jefes guerrilleros reconocen que los policías "fueron detenidos" por milicianos de la Columna Móvil Daniel Aldana cuando realizaban operaciones "contra la insurgencia y la población de las zonas rurales de todo el país".
Según las FARC, la captura de Méndez y Muñoz "desató una gran operación militar de persecución" en la que participaron media docena de helicópteros artillados y múltiples patrullas, lo que "obligó" a los milicianos a asesinarlos "sin tiempo para comunicar la situación a sus superiores".
Además, la guerrilla reveló que "por razones de seguridad" los milicianos acabaron con la vida de los uniformados "cuidándose de no emplear sus armas de fuego", lo que ha sido calificado como "tortura" por las autoridades.
"La guerra que vivimos los colombianos desde hace medio siglo cuesta la vida diariamente a muchos hijos e hijas de un pueblo que se merece la paz", concluyeron en su comunicado las FARC, que desde noviembre de 2012 negocian con el Gobierno un acuerdo de paz en La Habana.
En enero pasado las FARC ya emitieron un histórico reconocimiento y condena de un atentado con explosivos cometido por una de sus unidades en el suroeste del país que costó la vida a un civil, y anunciaron "correctivos disciplinarios" para los autores del ataque.
