Yanukóvich: "Los distrubios amenazan a toda Ucrania"

Kiev es escenario de una batalla campal que ha dejado unos 200 heridos, entre opositores y Policía.

Disturbios en Kiev
Yanukóvich: "Los distrubios amenazan a toda Ucrania"

El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, advirtió de que las manifestaciones opositoras en Kiev se han transformado en disturbios masivos que amenazan con desestabilizar todo el país.


"Yo estuve dispuesto a escuchar vuestras opiniones y juntos encontrar una solución... pero ahora, cuando las acciones pacíficas se convierten en disturbios masivos, con pogromos, incendios y violencia, estoy seguro de que eso entraña una amenaza no solo para el orden en Kiev, sino para toda Ucrania", señaló Yanukóvich en un llamamiento al pueblo publicado en la página web de la presidencia.


El mandatario instó a los manifestantes opositores a no seguir a aquellos que llaman a la violencia, "aquellos que tratan de provocar una ruptura entre la sociedad y el Estado y que quieren lanzar al pueblo ucraniano al abismo de los disturbios masivos".


También asegura que hará todo lo posible para "garantizar el orden público y defender los derechos de los ciudadanos pacíficos", y que para ello se valdrá "de todos los métodos legales previstos en la legislación de Ucrania".


El mandatario hizo estas afirmaciones mientras en la capital ucraniana prosiguen, por segundo día consecutivo, enfrentamientos entre opositores radicales y fuerzas policiales, que se han saldado ya con cientos de heridos.


El centro de Kiev es escenario desde hace casi 24 horas de una batalla campal que ha dejado unos 200 heridos, entre opositores y agentes del orden.


Grupos de manifestantes atacan a la policía con piedras, cócteles mólotov y bengalas en las inmediaciones del estadio Lobanovski, no lejos de la plaza de la Independencia, bastión opositor desde hace dos meses para defender la integración del país en la Unión Europea, aparcada por el Gobierno.


En respuesta, los efectivos antidisturbios, que no dejan de recibir refuerzos, recurren a balas de goma, bombas de humo y gas lacrimógeno.


Según los servicios sanitarios, entre los más de cien hospitalizados, tres manifestantes han perdido un ojo, mientras a otro le han tenido que amputar una mano.


El nuevo detonante del descontento opositor fue la reciente aprobación de un paquete de leyes que coartan la libertad de reunión al prohibir la instalación de tiendas, altavoces y escenarios en lugares públicos, y permitir la detención de manifestantes ataviados con cascos o máscaras.