El primer ministro tunecino, Ali Laridi, propuso este lunes la celebración de elecciones en Túnez el próximo 17 de diciembre e insistió en que el Gobierno "continuará con su deber".

"Nuestra determinación no es permanecer en el Gobierno, pero tenemos un deber y en el momento en el que asumimos la responsabilidad la asumimos del todo y hasta el final. Hasta el último momento", dijo Laridi en declaraciones televisadas en respuesta a las voces opositoras que han pedido la disolución del Parlamento y del Ejecutivo.

La comparecencia de Laridi se produce tras el asesinato el pasado día 25 del diputado opositor Mohamed al Brahmi, cuya muerte ha provocado protestas en varias ciudades de Túnez, muchas de las cuales han acabado en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Laridi también aseguró que la Constitución estará finalizada antes de septiembre y que la ley electoral estará lista el 23 de octubre y llamó a los partidos y las fuerzas políticas a sentarse a la mesa de diálogo.

El primer ministro, que calificó la muerte de Al Brahmi como "una agresión contra el país y contra el pueblo tunecino", subrayó que la manera de vencer el terrorismo era "la paciencia y la perseverancia" y no "las pujas políticas" ni la descalificación de las instituciones.

En este sentido, criticó sin nombrarlos a "aquellos que aprovecharon el drama de Túnez para fines personales y de partido" llamando a la caída del Gobierno, a la disolución del Parlamento, a la desobediencia civil, al caos y a la destrucción, agregó.

Desde el pasado día 26, cientos de personas se manifiestan en la plaza de El Bardo de la capital frente a la sede del Parlamento para pedir su disolución y la dimisión del Gobierno.

Entre los manifestantes que anoche mantuvieron duros enfrentamientos con la policía se encuentran medio centenar de diputados que han suspendido su actividad en protesta por la muerte de Al Brahmi.

Asimismo, el sindicato mayoritario Unión General de Trabajadores Tunecinos, que convocó una huelga general el pasado viernes, también ha exigido responsabilidades al Gobierno, al igual que la plataforma de izquierda Frente Popular, que ha llamado a la formación de un Gobierno de Salvación Nacional.

A todos ellos, Laridi los llamó al diálogo y los instó a abandonar sus métodos de protesta, que calificó de antidemocráticos.

"El Gobierno está abierto a todas las propuestas" subrayó el primer ministro antes de insistir en que las discusiones no "se hacen en la calle, sino en la mesa de diálogo".

Asimismo, y tras felicitar a la Policía y al Ejército por su labor, reconoció la existencia de varios problemas de seguridad, e indicó que las autoridades redoblarán sus esfuerzos para luchar contra el terrorismo y el crimen.