Atentado en Boston

"Estamos recluidos, a la espera de que capturen al sospechoso"

El zaragozano Pablo Mojonero cuenta su experiencia en Newtown, un barrio anejo a Watertown, donde la policía busca al autor de los atentados de Boston.

Aspecto del barrio de Newtown, en Boston
"Estamos recluidos, a la espera de que capturen al sospechoso"
P. M.

El zaragozano Pablo Mojonero vivió casi de refilón las explosiones vividas el pasado domingo en el maratón de Boston. Este viernes, sin embargo, siente en primera línea la intensa persecución policial desatada hacia uno de los sospechosos de los atentados.


El aragonés se encuentra en Boston desde hace ocho meses para ampliar su formación y profundizar en el conocimiento del inglés. Asiste cada día a las clases universitarias, que este viernes se encuentran suspendidas, como casi todo en el entorno de Watertown, en donde se concentra el despliegue en busca del presunto autor de los atentados.


“Yo estoy en Newtown, que es uno de los barrios cercanos a Watertown. Estamos recluidos en casa. Nos han pedido que no salgamos y estamos esperando a que se aclaren las cosas”.


Su entorno permanece desierto; no hay actividad comercial ni medios de comunicación: “Todos los medios de transporte han sido cortados hasta que se encuentre al últimos sospechoso”, relata. “Tampoco han abierto los colegios”.


El entorno en el que vive parece un desierto, como él mismo explica, mientras están pendientes de lo que ocurre en el resto de la ciudad: “Por las noticias veo que Watertown está plagado de policías. Aquí no hay despliegue, pero da un poco la sensación de ciudad fantasma. Aunque, por lo que veo, sólo se nota en las zonas que bordean el entorno de búsqueda, como la que yo vivo”.


Pablo Mojonero ya comentaba hace unos días el ambiente que se vivía en Boston: “No se vive una sensación de temor porque, a pesar de todo, uno se siente seguro sabiendo que está en Estados Unidos; pero la población americana está muy indignada y triste a la vez”. Y transmitía los sentimientos de sus profesores: “Están muy distintos –explica-… Tristones, diría yo”.


Entonces, ya daba a conocer una percepción: existe la convicción de que “lo van a pagar”. A ello se han dedicado las fuerzas de seguridad de Estados Unidos.