Isla de Giglio

Recuerdo a las víctimas del Costa Concordia un año después

El primero de los homenajes a las 32 víctimas mortales del Costa Concordia ha consistido en la colocación de una placa en una de las rocas contra las que chocó el barco.

Los supervivientes y los familiares de las víctimas de la tragedia del Costa Concordia conmemoran el primer aniversario del naufragio del crucero frente a las costas de la isla italiana del Giglio, donde un año después sigue encallado el barco. 


Varios son los actos conmemorativos previstos para este domingo en la pequeña isla de la región de Toscana (centro de Italia). A primera hora de la mañana se ha colocado una placa conmemorativa en una de las rocas contra las que chocó la quilla del barco en la noche del 13 de enero de 2012.


En torno a las 11.00 hora local está previsto que se celebre una misa en la iglesia de San Lorenzo y Massimiliano, la misma en la que muchos de los pasajeros del barco pasaron la noche del naufragio hasta poder ser evacuados del Giglio, y ya a primera hora de la tarde se colocará una lápida en memoria de los 30 muertos y 2 desaparecidos que dejó la tragedia.


Poco después se destapará una placa en el muelle Rivellino en honor a la solidaridad demostrada por los habitantes de la isla con los náufragos, y los actos se cerrarán a las 21.45 hora local (20.45 GMT), la misma en la que hace justo un año encalló el buque, para guardar un minuto de silencio y lanzar al mar 32 farolillos encendidos.


Supervivientes

Hasta el Giglio se ha desplazado un numeroso grupo de familiares y de supervivientes, a pesar de que la propietaria del barco, la naviera Costa Cruceros, envió una carta en la que "invitaba" a abstenerse de viajar a la pequeña isla por motivos de espacio y de intimidad a quienes no tuvieran familiares entre los fallecidos.


En la pequeña isla italiana están también Kevin Rebello y Elio Vicenzi, hermano y marido, respectivamente, de Russel Rebello y María Grazia Trecarichi, las dos personas que siguen desaparecidas desde el naufragio, en el que perdieron la vida, entre otros, dos peruanos y un español.


"No haber podido recuperar los cuerpos y no habérselos podido devolver aún a sus familiares es el tormento más grande. Este enorme sufrimiento no nos abandonará nunca, aunque sé cuánto empeño pusieron los socorristas esos días", dijo ayer Franco Gabrielli, el jefe de la Protección Civil italiana.


Gabrielli compareció en una rueda de prensa en el Giglio para ofrecer información sobre el momento en el que se encuentran las tareas de remoción del Costa Concordia, que previsiblemente será llevado al puerto de Piombino (Toscana) como muy tarde en septiembre.


Para esta tarea, encargada al consorcio ítalo-estadounidense Titan-Micoperi y por cuya demora el Gobierno italiano ha ampliado el estado de emergencia en la zona hasta finales de este año, serán necesarios unos 100 millones de dólares más de lo presupuestado, por lo que el coste puede ascender a 400 millones de dólares.


A los actos conmemorativos del naufragio, que se sucederán también en los buques de Costa Cruceros en todo el mundo, asiste este domingo Gregorio de Falco, el capitán de la Guardia Costera italiana convertido en héroe por la ya famosa conversación en la que exigía al capitán del barco, Francesco Schettino, que volviera a bordo cuando aún no había terminado la evacuación de pasajeros.


Este 2013 será el año en el que comenzará el juicio (previsiblemente después del verano) por el naufragio, toda vez que a finales de enero o en febrero se espera que los fiscales formalicen su solicitud de procesamiento para los 12 investigados, entre ellos Schettino, en libertad vigilada desde julio.