El ministro sirio de Transportes, Mahoumd Said, ha acusado de "piratería aérea" a las autoridades turcas tras la interpeción de un avión de pasajeros sirio, procedente de Moscú y con destino a Damasco, que supuestamente transportaba material militar. 

Según el ministro, citado por la cadena de televisión libanesa Al Manar --vinculada al movimiento chií Hezbolá--, la decisión turca equivale a un acto de "piratería aérea que contradice los tratados de la aviación civil".

El avión, un Airbus 320 de pasajeros, fue interceptado el miércoles por un grupo de cazas F16 turcos que le obligaron a aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Ankara. Según el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, las autoridades sospechaban que el avión, de uso civil, transportaba mercancía militar.

Según los medios turcos, el aparato transportaba equipos de comunicación militares y posibles componentes de misiles, un cargamento "no civil" y, por tanto, prohibido por las normas de navegación. Finalmente, el avión sirio pudo emprender su rumbo a Damasco, aunque, al parecer, el cargamento "no civil" fue decomisado.

Fuentes de la agencia rusa de exportación de armas han negado categóricamente, en declaraciones bajo condición de anonimato a la agencia de noticias Interfax, que el avión sirio transportase "ni armas ningún tipo de sistemas o de componentes para equipos militares".

En el avión sirio viajaban 37 personas, entre pasaje y tripulación. La Embajada de Rusia en Ankara ha pedido explicaciones por la retención del aparato, dado que, según fuentes del Ministerio de Exteriores citados por la agencia estatal RIA Novosti, 17 de los 30 pasajeros eran de nacionalidad rusa.