Violencia en Iraq

Al Qaeda en Iraq reivindica la cadena de atentados

Causaron la muerte de 115 personas y unos 320 heridos, según el último recuento de víctimas.

El grupo Estado Islámico de Iraq, vinculado a Al Qaeda, reivindicó la autoría de la cadena de ataques del lunes pasado en el país que causó la muerte de 115 personas y unos 320 heridos, según el último recuento de víctimas. 


En un comunicado colgado en una página web usada habitualmente por los "yihadistas", el Estado Islámico de iraq explica que ha movilizado a sus combatientes para lanzar "una cruzada bendita" durante el mes de ayuno musulmán de ramadán contra "los pilares del proyecto chií y sus seguidores dentro del país".


La cadena de ataques se registró en distintas provincias como Bagdad, Salahedín (centro) y Diyala (norte) e iban dirigidos, según la nota, contra objetivos de seguridad y militares, y responsables del "Gobierno chií que ha traicionado a los suníes y ha vendido la religión".


El grupo terrorista apuntó que los ataques son parte de la operación "destrucción de los muros" ordenada por su líder, Abu Baker al Bagdadi, para "recuperar las zonas de donde se retiró el Estado Islámico de iraq".


El texto, cuya autenticidad no pudo ser verificada, destaca que los "yihadistas" llevaron a cabo una serie de operaciones simultáneas y coordinadas en distintos puntos de iraq en una ola de ataques que "asombró al enemigo y sus dueños, que demostró el fracaso de sus planes de seguridad e inteligencia".


El grupo terrorista agregó que dentro de la cadena de atentados se incluyen varios ataques ocurridos el domingo en los que murieron una treintena de personas.


Tras los atentados, el Ministerio iraquí del Interior aseguró hace dos días que era necesario un cambio en "los planes de seguridad" en el país para luchar contra el terrorismo, del que responsabilizó a Al Qaeda.


iraq vive un repunte de la violencia con frecuentes ataques dirigidos contra objetivos chiíes y fuerzas de seguridad desde la retirada, en diciembre pasado, de las tropas estadounidenses y la emisión de una orden de arresto contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi.