Violencia en Siria

Mueren 23 soldados en un ataque rebelde al ejército sirio

Los rebeldes, pertrechados con lanzagranadas, ametralladoras y pistolas, plantaron cara y consiguieron repeler a los efectivos del régimen, que atacaron con artillería pesada.

Al menos 23 soldados sirios han muerto en enfrentamientos con los rebeldes en la ciudad de Al Rastan, en la provincia central de Homs, en uno de los mayores golpes asestados por el Ejército Libre Sirio (ELS) a las fuerzas del régimen de Damasco.


En una conversación telefónica desde dentro de Siria, el portavoz del ELS Sami Kurdi dijo que entre las filas rebeldes hubo tres muertos y trece heridos durante esos choques, en los que también fallecieron diez civiles, entre ellos una mujer y dos menores.


"Desde hace dos días, el ejército del régimen ha bombardeado Al Rastan con mucha violencia y la ha rodeado, hasta que sobre las 02.00 horas de la pasada madrugada (23.00 hora GMT) irrumpió en la ciudad por el este y estrechó el cerco por el norte", detalló Kurdi.


Los rebeldes, pertrechados con lanzagranadas, ametralladoras y pistolas, plantaron cara y consiguieron repeler a los efectivos del régimen, que atacaron con artillería pesada.


Kurdi destacó que la ciudad, que seguía siendo bombardeada esta mañana, está incomunicada porque la red telefónica y la electricidad han sido cortadas por los efectivos gubernamentales.


Estos hechos no han podido ser comprobados de forma independiente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Damasco a los periodistas para trabajar.


La información de los uniformados muertos en Al Rastan fue confirmada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que agregó que durante los enfrentamientos tres blindados del Ejército fueron destruidos y otros dos fueron capturados por los rebeldes.


El Observatorio señaló además que hay decenas de heridos entre los militares.


Por el momento, las autoridades sirias no han confirmado las bajas en Al Rastan, aunque suelen informar de las víctimas entre sus fuerzas.


Se trata de uno de los mayores golpes del ELS a las fuerzas del régimen desde el inicio de las protestas en Siria a mediados de marzo de 2011.


Este nuevo estallido de la violencia se produce cuando todavía se halla en vigor el supuesto alto el fuego aprobado hace más de un mes por las partes bajo los auspicios del mediador internacional, Kofi Annan, y mientras todavía se incorporan los cascos azules encargados de supervisar la tregua.


"Tenemos derecho a defendernos y no podemos estar parados ante estas violaciones -agregó Kurdi-. Nuestro objetivo es defender al pueblo sirio, somos una organización que se compromete con todos los principios y las iniciativas de paz".


Según el ELS, el "modus operandi" de las fuerzas del régimen es enviar primero al ejército para irrumpir en las localidades y, acto seguido, efectuar registros y detenciones junto a los efectivos de seguridad, mientras que los "shabiha" (matones de civil) se encargan de saquear las viviendas.


Para el analista especializado en Siria, Moataz Abdelsalam, del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram, el ataque de hoy, aunque "es un golpe doloroso para el régimen, no va a llevar a su caída. Es tan solo una señal de que la oposición es cada vez más fuerte".


A su juicio, la única manera de que el régimen de Al Asad sea derrocado es mediante un golpe de Estado que venga de dentro del sistema o bien con una intervención militar internacional, "el resto solo va a llevar a un desgaste de la oposición".


Pese a que Al Rastan es feudo del ELS, Abdelsalam destacó que "al régimen lo que más le importa es controlar Damasco y que sus habitantes no se integren entre los opositores".


Entretanto, la oposición siria dio una muestra de su división con el anuncio del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal agrupación en el exilio, de que no asistirá a la conferencia de dos días, los próximos 16 y 17 de mayo, en El Cairo entre los grupos opositores y la Liga Árabe.


En un comunicado, el CNS explicó que no asistirá porque, en su opinión, no se dan las condiciones para que las reuniones tengan éxito, ya que no hay un acuerdo sobre la agenda.


Además, la organización opositora disiente de la finalidad de este encuentro, que según la Liga Árabe sería formar una delegación que participe en un diálogo con representantes del régimen de Damasco.


Según la agrupación, dicho objetivo "es contradictorio" con su postura, que exige "el fin de la dictadura y el traspaso del poder a un régimen democrático", lejos de más negociaciones con el Gobierno de Al Asad.