Juicio en Noruega

Lanzan un zapato contra Breivik al grito de "asesino"

El hermano de una de las víctimas de la matanza de Utøya perdió los nervios durante el juicio que se sigue en Oslo por la masacre.

Breivi, este viernes, escoltado por dos policías durante el juicio
Lanzan un zapato contra Breivik al grito de "asesino"
AFP PHOTO

El hermano de una de las víctimas de la matanza de la isla de Utøya lanzó este viernes un zapato contra el ultraderechista Anders Behring Breivik durante el juicio en Oslo por los atentados del pasado 22 de julio en Noruega, en los que murieron 77 personas, y le gritó "asesino", confirmó la Policía.


"¡Asesino! ¡Mataste a mi hermano! ¡Vete al infierno!", gritó en inglés en varias ocasiones el joven, que fue retirado de la sala por los agentes y luego recibió atención médica tras sufrir una crisis nerviosa, informó la televisión pública noruega NRK.


Se trata de un joven kurdo iraquí, presente en Oslo para seguir el juicio contra Breivik por la matanza. Su hermano residía en Noruega tras recibir estatus de refugiado y fue asesinado en Utøya, según explicó el abogado de la familia a la agencia NTB.


Breivik no resultó alcanzado por el zapato, pero sí una de sus abogadas, Vibeke Hein Bæra, aunque no resultó herida.


La juez principal del caso, Wenche Elizabeth Arntzen, decretó una pausa, y el juicio se reanudó sin problemas minutos después.Breivik respondió

"Si queréis lanzar algo, lanzádmelo a mí la próxima vez, no a mis abogados", dijo Breivik al entrar de nuevo a la sala dirigiéndose a los familiares de las víctimas, según explicó a NRK el letrado que dirige su defensa, Geir Lippestad.


El lanzamiento del zapato y los gritos de ira provocaron los aplausos de varias personas presentes en la sala, en la que se encontraban familiares de las víctimas y supervivientes de la matanza, mientras que otras irrumpieron en lágrimas, según relató la edición digital del diario noruego "VG".


El incidente ocurrió en la primera parte de la vista de este viernes, dedicada a las autopsias de las últimas víctimas de la isla de Utøya, al oeste de Oslo y donde Breivik confesó que cometió una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas, donde murieron 69 personas. Poco antes, el procesado hizo explotar una bomba en el centro de la capital, según admitió.


Al finalizar las explicaciones de la forense, acompañadas por una presentación de cada víctima por sus representantes legales, Breivik quiso aclarar que había sido víctima de un ataque.


"Fui atacado en un lugar, junto a la caseta de bombeo. Una persona me lanzó un objeto. Me dio en la cara. Solo quería decirlo", afirmó Breivik, quien lució un uniforme de policía falso durante los atentados del pasado 22 de julio.


Junto a esa caseta fue donde engañó a un grupo de jóvenes haciéndoles creer que era un agente de verdad y donde mató a tiros 14 personas.El testimonio de un superviviente

En la vista de ayer un superviviente relató cómo cuando salió a la superficie tras sumergirse en el agua, vio que el ultraderechista de 33 años le apuntaba con un rifle, pero que no le disparó.


"El motivo de que no disparara fue que el cargador estaba vacío", dijo Breivik, quien aclaró que los tiros en la cabeza a sus víctimas eran los últimos que disparaba para rematarlas, no al revés.


El juicio continuaba en el juzgado de Oslo con la declaración de dos testigos que salieron ilesos de la masacre.