Casos de muertes provocadas

Llueven las denuncias en Uruguay tras el caso de dos enfermeros asesinos

El primero inyectaba aire en la vena a sus pacientes y el segundo les suministraba por vía intravenosa morfina, fenergan o dormicum.

La abogada del enfermero responsable del asesinato de once personas en una mutualista de Montevideo.
Llueven las denuncias en Uruguay tras el caso de dos enfermeros asesinos
EFE

Tras horrorizar a Uruguay y al mundo, el caso de los enfermeros que mataron a 16 pacientes en dos hospitales de Uruguay amenaza con abrir una caja de pandora en el país sudamericano, después de que una asociación de usuarios anunciara este miércoles la recepción de 250 denuncias similares.


Primero fue el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, al admitir el martes que puede haber más casos de muertes provocadas en los hospitales uruguayos por el personal de enfermería y que algunos se pueden remontar a "siete años atrás".


Y este miércoles fue el Movimiento Salud para Todos el que acabó de sembrar el pánico al anunciar que, tras difundir el martes los teléfonos de la organización en los medios de comunicación, le han llovido en pocas horas cientos de llamadas y cuenta ya con un volumen de información "impresionante".


Además de las 250 historias clínicas que están revisando, lo más preocupante es que las potenciales víctimas de enfermeros no se circunscribirían solamente a Montevideo, sino también a otros puntos de Uruguay, y se desconoce todavía desde cuando sucede esto en el país, según esa entidad.


El presidente de la organización, Ruben Bouvier, indicó este miércoles que ha enviado un escrito al juez Rolando Vomero, que lleva el caso de los dos enfermeros asesinos, Ariel Acevedo, de 46 años, y Marcelo Pereira, de 39 años, para que cite a la organización en la causa, algo que el magistrado les anticipó que hará en los próximos días.


Ante el juez, pretende presentar además una denuncia que él ya realizó en 2008, a través de otra organización de usuarios, por "la muerte sospechosa de seis personas adultas durante tres noches consecutivas en un hospital del interior del país" sobre la que no quiso dar más detalles pero que nunca llegó a la opinión pública.


Acevedo ha sido acusado de once crímenes en la mutua privada Asociación Española, donde también trabajaba Pereira, aunque este último es señalado por cinco muertes en el Hospital Maciel, de titularidad pública y donde ejercía igualmente de enfermero.


El primero inyectaba aire en la vena a sus pacientes y el segundo les suministraba por vía intravenosa potentes drogas como morfina, fenergan o dormicum.

Asamblea en Montevideo


Para estructurar la información que presentará ante la justicia, el Movimiento Salud para Todos celebrará el próximo sábado una asamblea en un hospital de Montevideo a la que han sido convocados todos los denunciantes.


También en declaraciones, el responsable de una importante unidad de cuidados intensivos de un hospital de Montevideo opinaba en las últimas horas que Acevedo y Pereira tienen "mentes asesinas" pero "interpretaron un mensaje que viene de arriba, de los médicos, de los hospitales".


Estos, según la fuente, que no quiso ser identificada, "dejan a los pacientes en manos de la enfermería sin esperanza de que puedan recuperarse y ellos quisieron acelerar el proceso".


Por su parte, Bouvier argumenta "desidia, falta de controles" para esas muertes y opina que "todo eso lleva a la impunidad y a que pasen cosas que no se investigan", en parte porque "las familias afectadas son gente muy pobre".


Uno de los denunciantes dijo este miércoles que su cuñada, Blanca Estela Bentancourt, de 61 años, murió el 21 de julio de 2010 en Melo, en el departamento de Cerro Largo, tras recibir el alta médica.


"Era diabética y fue internada para que le hicieran una transfusión", pero "dijeron que murió del corazón y también que tenía leucemia cuando nunca antes los médicos le habían dicho nada de eso a ella ni a la familia", agregó.


Otra relató el caso de Eduardo González, de 43 años y fallecido en la Asociación Española el sábado pasado, un día después de que Acevedo fuera capturado.


"Era muy delgado, tenía anemia aguda, contrajo sida y también tenía problemas siquiátricos pero era muy bueno", detalló.


Ante el incremento de las especulaciones y de la alarma social, el Ministerio de Salud anunció este miércoles que realizará un centenar de inspecciones en unidades de cuidados intensivos del país, al margen de las investigaciones que ya realiza en la Española y el Maciel.


Se espera que en las próximas horas el juez Vomero notifique a las partes el auto de procesamiento por homicidio especialmente agravado que anticipó el domingo, cuando Acevedo y Pereira fueron enviados a prisión.


La abogada de Acevedo, que ya ha anunciado que no apelará, indicó este miércoles en una entrevista que los enfermeros no estaban confabulados, pero cada uno sabía lo que hacía el otro y sus compañeros sospechaban que algo estaba pasando.


El abogado de Pereira, Santiago Clavijo, anunció después que dejará de defender a su cliente cuando comience el sumario porque "al encontrarle culpable el juez", el sindicato al que estaba afiliado el enfermero y que pagaba al letrado ha decidido "tomar distancia".