Especialistas de la Guardia Civil de Boltaña, Benasque y Jaca rastrearon ayer sin éxito el entorno de la Peña Montañesa, en El Pueyo de Araguás, en busca de alguna pista sobre el paradero de Roberto S. Y, de 47 años y vecino de Zaragoza, un senderista que se perdió el sábado cuando descendía este pico de 2.291 metros de altitud. Al operativo se unieron ayer 45 voluntarios entre familiares, amigos del montañero y vecinos de la zona. Hoy se reanudará la búsqueda con la participación de unas 40 personas entre especialistas y voluntarios.

Según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil, Roberto S. Y. estaba pasando el puente festivo de Semana Santa en una casa rural de Boltaña en compañía de su mujer. El sábado por la mañana ambos fueron en coche hasta el Monasterio de San Victorián, desde donde parte una senda para ascender a la Peña Montañesa por la cara sur. El montañero partió en solitario para realizar la excursión, que dura 6 horas y media aproximadamente, pero sobre las 15.30 llamó a su mujer, que se le estaba esperando en Los Molinos, núcleo perteneciente al Pueyo de Araguás, para avisarle de que se le había echado la niebla y que no encontraba el camino de regreso.

Meteorología adversa

Su mujer alertó de inmediato a la Guardia Civil, que puso en marcha un operativo de rescate que estuvo dificultado por la adversa meteorología ya que a esa hora estaba lloviendo en la zona y nevaba incluso en la parte alta de la Peña Montañesa. En cuanto se abrió un claro, el helicóptero llegó hasta la cumbre pero no halló ningún rastro. Además, dejó a dos guardias en la cima para que realizaran el descenso andando hasta San Victorián con el mismo resultado.

El domingo se amplió el dispositivo con efectivos de Benasque, Jaca y Boltaña. El helicóptero hizo varios reconocimientos aéreos y alcanzó también a dos patrullas hasta la cima de la Peña Montañesa y de la Tuca, que está paralelo, y realizaron dos itinerarios diferentes de bajada sospechando que el senderista se había quedado enriscado en algún cortado.

«El domingo pensábamos que el hombre quizá habría logrado salir por otro sitio de la Peña Montañesa y que aparecería en algún pueblo harto de andar, pero al mediodía ya nos empezamos a preocupar porque seguíamos sin tener noticias», reconocieron fuentes de la Guardia Civil. Y es que recalcaron que en la zona hay muchos cortados en el terreno.

«Detrás de cada piedra y agujero»

Ayer, 15 efectivos de la Guardia Civil reanudaron el rastreo en compañía de más de 45 voluntarios. Los especialistas buscaron en los lugares más complicados, como la Faja Toro y la Canal Grande, y distribuyeron a las demás personas en dos grupos que partieron hacia la Peña Montañesa y la Tuca «buscando detrás de cada piedra y dentro de cada agujero porque en muchos sitios hay una vegetación espesa y alta y una persona puede estar perfectamente dentro y no verse», subrayaron.

Al parecer, aunque el desaparecido es deportista y suele salir a andar habitualmente por la montaña, era la primera vez que subía a la Peña Montañesa. Al no ser una excursión muy complicada, en teoría, tampoco se fue equipado con material de alta montaña ni de supervivencia para hacer un vivac en caso de necesidad, sino que partió solo con una mochila con algo de comida y agua, camiseta térmica y anorak.

Pese a la ausencia de indicios, la Guardia Civil mantiene la esperanza «porque ya tenemos algunos precedentes, como una montañera francesa que en el verano de 2009 encontramos viva a los 11 días», recordaron. No obstante, también recalcaron que «son casos diferentes por el tiempo que ha hecho y también por el entorno montañoso, ya que aquí hay más riesgo de caídas», señalaron.