gastronomía
Burukuka, un café céntrico de Zaragoza con espíritu de bar de barrio
En Burukuka destacan los menús de desayuno y vermú, y las raciones, hamburguesas y bocadillos.
A pesar del nombre, Burukuka Café es un local muy zaragozano. El dueño, David Marriaga, ha querido plasmar en él un recuerdo de su infancia en Colombia y, de alguna forma, darle al establecimiento un aire familiar. Eso es lo que se respira en Burukuka. No es un bar de barrio porque está en una bocacalle de la Gran Vía (Laguna de Rins, 3), pero mucha clientela de todas las edades repite, lo que contribuye a esa sensación de punto de encuentro que hace que uno se sienta a gusto.
La carta ha evolucionado mucho en sus tres años de vida para adaptarse a todos los momentos culinarios del día intentando ofrecer una propuesta singular. Es lo que sucede con los desayunos desde primera hora de la mañana. Se cuidan tanto que hasta se ha creado un menú de desayunos. Este momento del día se puede completar con la degustación de varias tartas como red velvet o zanahoria, muffins, cookies y galletas de mantequilla.
También hay opciones parecidas a la del menú del desayuno, pero para el vermú, con precios cerrados para dos personas. A la hora del aperitivo, el tapeo es bastante clásico. Guardia civil, torrezno y patatas bravas caseras, o raciones de oreja y madejas encuentran acomodo en una barra que para el vermuteo del domingo está muy bien vestida. Por ejemplo, con un buen surtido de croquetas o el bombón de morcilla.
Burukuka no tiene menú ni plato del día, pero con la carta de platos para compartir y una hamburguesa o un bocadillo se puede cubrir ese momento gastronómico. Como referencias más gourmet, se ofrecen carpaccios de ternera con parmesano y gambón con mayonesa de cítricos, o tataki de vaca premium.
El resto de la carta incluye ensaladas, hamburguesas y bocadillos. Entre estos últimos aparecen acompañamientos que no son habituales como champiñones picantes, mayonesa de chipotle o guacamole, en el caso del burrito.
El recetario de este café se completa con la pizarra de sugerencias. Por ejemplo, para disfrutar de la morcilla en caldera de Jaén en forma de pasta para untar con un toque picante.
