Un día en el mercado de los mercados

Mercazaragoza es la ‘ciudad’ agroalimentaria que nunca duerme, pues durante las 24 horas del día, funciona para garantizar el abastecimiento de alimentos frescos a los ciudadanos, bajo los parámetros de calidad y seguridad alimentaria. Una extensa labor de casi 50 años gracias a la cual se han convertido, según informan desde el centro, en "la plataforma logística especializada en agroalimentación más importante del valle de Ebro, aunando en un mismo espacio la mayor concentración de oferta y demanda del sector en su área de influencia".

Todo comienza cuando el reloj marca la media noche, momento en el que los mayoristas de pescado y marisco reciben el género procedente de los cinco continentes. Tan solo tres horas después, llega el turno de las frutas y las verduras: "Los hortelanos preparan también su producción para sacarla a la venta directamente", informan desde Mercazaragoza. A las cuatro y media de la mañana, ambos mercados abren sus puertas para que los detallistas puedan elegir el producto que, horas más tarde, ofertarán en sus establecimientos.

El turno de la carne comienza un poco más tarde. Todo termina y vuelve a comenzar con la limpieza y desinfección de las naves, para que la próxima jornada "pueda transcurrir dentro de los parámetros de calidad e higiene".

Ámbitos comerciales

Esta plataforma logística trabaja diversos ámbitos para abastecer a los aragoneses de todos los productos y servicios esenciales para el correcto desarrollo de una actividad alimentaria de calidad y confianza. Para desarrollar el mayorista, desde Mercazaragoza promueven y gestionan el Mercado de Frutas y Verduras, el de Pescados, Matadero y el Mercado de Carnes, además de la Zona de Actividades Complementarias que, tal y como aseguran, "permite el desarrollo de operadores de los mercados y de empresas de actividades complementarias". Además, cuenta con tmZ, la teminal ferroviaria en conexión directa con los puertos del Estado. Fundamental es el apoyo que se brinda a los mercados y detallistas tradiciones con diversas acciones como la formación.

Para garantizar la seguridad alimentaria, cuentan con un equipo de ocho veterinarios dependientes del Gobierno de Aragón, así como de un laboratorio propio.

En el ámbito económico también destaca su labor, ya que Mercazaragoza es el centro de los agronegocios, y tiene un papel facilitador en el proceso de integración del sectori productor: "Desde aquí operan importantes grupos cooperativos y Denominaciones de Origen con productos de calidad diferenciada", confirman.

Mercados de barrio, referentes gastronómicos

"Acudir al mercado de toda la vida para adquirir alimentos con los que elaborar las recetas más clásicas o las más innovadoras es apostar sobre seguro. Es la manera más fácil y directa de garantizarnos el éxito en la mesa", aseguran desde Mercazaragoza.

Una materia prima fresca y de calidad es el primer paso para ello, pues "detrás de cada puesto, detrás de cada comercio tradicional, vamos a encontrar a un profesional con experiencia, en muchos casos heredada, que nos va a orientar hacia la mejor elección posible", informan.

Además, ir al mercado es un acto social, pues favorece el buen trato con los vecinos, el saludo diario y el comentario con el tendero de confianza.

De los 45 mercados minoristas con los que cuenta Zaragoza, solo tres son de iniciativa pública. El Casco Histórico es la zona más favorecida en cuanto a su presencia, pues ahí se encuentran dos joyas comerciales de la ciudad: el Mercado Central y el Mercado de San Vicente de Paúl. Mención destacada merece también el Mercado de Valdespartera, que desde hace cuatro años presta servicio a los vecinos de este barrio con notable éxito.

Comprar reposado, comer sano

Los mercados de proximidad proponen siempre una selección de productos sanos y "con la mejor relación calidad-precio", informan desde Mercazaragoza, e insisten en que la calidad del producto "es fundamental, pero el precio no es menos importante, y más en los tiempos que corren".

El consumidor es cada día más exigente y le gusta saber bien lo que echa en su cesta. "Es ahí donde las tiendas de proximidad y los puestos de los mercados municipales juegan la mejor baza", explican los expertos, ya que hacen uso del trato personalizado con sus clientes y de la confianza.

A los mercados detallistas se unen decenas de pequeños establecimientos por toda nuestra geografía que cada día abren sus puertas a pie de calle, en los que hacer la compra trasciende el mero hecho de llenar la cesta y se convierte en la opción preferida de quienes eligen un modelo de vida más reposado que apuesta por lo cercano y económico. "En el mercado tradicional el ‘bueno, bonito y barato’ no es ninguna utopía, pero además se une otro adjetivo: cercano, pues da de manera natural salida a las producciones locales de nuestra huerta, de los ganaderos de la zona o de la flota pesquera nacional, por ejemplo", concluyen.

Ir al especial 'Premios Con Mucho Gusto'