Montesierra Selección: inmejorables vinos jóvenes

Bodega Pirineos, de la D. O. Somontano, cambia la imagen y eleva el nivel de su marca más vendida.

Javier Fillat, Javier Colás, Manuel Zorita, Marisa Barberán, David Pérez, Silvia Arruego y Jesús Astrain.
Javier Fillat, Javier Colás, Manuel Zorita, Marisa Barberán, David Pérez, Silvia Arruego y Jesús Astrain.
Eduardo Bueso

Zaragoza fue la plaza elegida por Bodega Pirineos para presentar la semana pasada su nueva gama de vinos, los Montesierra Selección, un blanco, un rosado y un tinto destinados al sector hostelero y que suponen la renovación estética y gustativa de la marca más vendida de la bodega. En concreto, alrededor del 50% de las ventas de Pirineos son de Montesierra, marca de la que se consumen 360.000 botellas al año solo en Zaragoza.


El concepto 'el lujo de lo cotidiano' es el que sustenta la campaña de lanzamiento de estos nuevos vinos, que lucen una imagen renovada en la que se combina la tradición de esta marca, con 30 años de trayectoria, y la modernidad, destacando en la parte frontal el nuevo logotipo de la bodega, con la cabeza del caballo sobre el perfil del Pirineo.


En el acto de presentación participaron la gerente de la bodega, Silvia Arruego; el director técnico, Jesús Astrain; Manuel Zorita, jefe regional de Aragón y Levante; Javier Colás, delegado comercial en Aragón, y Javier Fillat, responsable de Márquetin.


Según Astrain, esta nueva versión de Montesierra "supone dar el mejor vino posible en su segmento, es un vino impacto que gusta desde el primer momento, un lujo como vino cotidiano, por prestaciones, por precio, por calidad y honradez".


La calidad de estas nuevas referencias se ha conseguido gracias al trabajo de los viñedos más tradicionales del Somontano con las variedades tintas cabernet, merlot y tempranillo y las blancas chardonnay, gewürztraminer y macabeo, cultivados bajo la influencia de los Pirineos. Son viñedos con muy baja producción para conseguir una gran concentración de aromas y sabor.


El blanco se elabora con las variedades chardonnay (60%), gewürztraminer (30%) y macabeo (10%) y presenta una nariz fresca y nítida, muy apetecible. Es muy floral y cítrico, con aromas finos y elegantes y una excelente textura en la boca, con volumen, suavidad, dulzor y equilibrio. Está en la línea de los impresionantes blancos que se están produciendo en el Somontano.


El rosado –coupage de cabernet y merlot– tiene un color fresa intenso siguiendo el estilo clásico de rosados del Somontano. Sus aromas son concentrados y predominan las referencias frutales, como fresas, cerezas, cítricos y almendras frescas, además de hierbabuena y regaliz rojo. Llena la boca de sabor a frutas y se muestra muy goloso.


Y si ricos están el blanco y el rosado, sorprende más aún el tinto por la calidad de sus características. Es un vino moderno y muy aromático, que recuerda a frutas negras (arándanos, grosellas, moras o ciruelas), además de cacao. Es muy agradable también la sensación de dulzor final, que contribuye a anclar las sensaciones aromáticas en el posgusto.


Estos vinos se destinan, de momento, exclusivamente al sector hostelero, en el que una botella puede costar entre 10 y 12 euros. En el canal de alimentación sigue estando el Montesierra tradicional, con su imagen habitual.


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