Celeste Crianza, el vino considerado buque insignia de Bodegas Torres en la Denominación de Origen Ribera del Duero, celebra los 10 años de su lanzamiento, tiempo en el que ha conseguido ser uno de los vinos más vendidos de esta zona elaboradora fuera de España, con presencia en más de 80 países.

Está elaborado con un mimo especial a partir de uvas de la variedad tinta fina o tempranillo con el fin de que refleje el carácter propio de un territorio de temperaturas extremas, con pocas precipitaciones y muchas horas de insolación en la época más calurosa. Así, se muestra como un tinto potente, con mucha fruta, cuerpo y color, que goza de gran aceptación por parte de los amantes del vino con carácter y por los profesionales del sector.

Hasta el punto de que la décima añada, del 2012, ha conseguido recientemente una medalla de oro en el certamen Tempranillos al Mundo 2015, organizado por la Federación Española de Asociaciones de Enólogos y la Asociación Portuguesa de Enología, que se celebró en Lisboa.

Bodegas Torres elabora Celeste Crianza en una pequeña bodega de su propiedad situada en Fompedraza, a poca distancia de Peñafiel, en el corazón de la Ribera del Duero, y a una altitud de 900 metros. La intensidad con la que se muestran las estrellas en las noches de vendimia sirvió de inspiración a la hora de concebir el nombre y de diseñar la etiqueta, que se ha mantenido intacta a lo largo de los años.

El vino envejece 12 meses en barricas de roble francés y americano, paso por madera que le aporta notas tostadas y especiadas que se mezclan con intensos aromas de zarzamoras silvestres.

Celeste Crianza 2012 se vende a unos 15 euros.

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