Taberna Irulia: una apuesta por huir de la monotonía
Esta taberna se adentra en el otoño con una carta nueva con sugerentes propuestas, raciones generosas y precios ajustados.
En la restauración, en muy pocos años, se ha pasado de cartas interminables, en las que cabía casi todo, a estrechar tanto los márgenes de los menús que en muchos casos se han terminado resintiendo. Viene esto a cuento de que a la mesa se agradece que no falten la sorpresa y un punto improvisación.
La monotonía y el aburrimiento son dos enemigos declarados del buen comer y hay fórmulas que cansan de tanto repetirse. Antes de que esta situación se produzca, la Taberna Irulia ha tenido clara la importancia de renovarse.
Sus menús de diario (14,50 euros) y de fin de semana (19,50 euros) funcionan muy bien. Raciones generosas, buen producto y un recetario reconocible son sus señas de identidad. Pero tal vez es su menú degustación (24 euros) el buque insignia. Y en él, dos productos que brillan con luz propia: el chuletón de añojo a la piedra y la terrina de foie casera. Estos platos siempre están, cambiando los otros dos entrantes y los pescados.
Ninguno de ellos va a desaparecer, pero desde el mes de octubre, Irulia cuenta con la novedosa presencia de una carta no muy amplia y a precios razonables, sin que ello vaya en detrimento del tamaño de las raciones. Una buena pieza de solomillo de ternera en crema de boletus se ofrece, por ejemplo, a 17 euros.
Se proponen ocho entrantes. No faltan el jamón ibérico y la ya reseñada terrina de foie. También hay dos ensaladas, la de tallarines de mango con virutas de foie y una templada de rape y langostinos con crema de yogur. Un bacalao marinado; un salteado de verduras (irán variando según avance la temporada) con chipirones de anzuelo; tallarines de pasta fresca con langostinos y un risotto de pato confitado completan este capítulo.
Para los pescados se ha optado por las sugerencias del día y, entre las carnes, tal vez sus dos referencias más novedosas son el crujiente de rabo de toro con reducción de garnacha y manzana caramelizada, y el muslo de pollo de corral en su jugo relleno de pasas y nueces. En este caso, después de asarlo, se corta en forma de medallones para compartirlo mejor, lo mismo que sucede con el rabo de toro.
El enfoque de la carta está pensado para el fin de semana, para disfrutar sin prisas, aunque se puede pedir en cualquier otro momento. Sin duda alguna, supone un soplo de aire fresco que ha llegado de la mano de Carlos Cavero, que se ha incorporado recientemente a la cocina de esta taberna.Taberna Irulia
Calle del Teniente Coronel Valenzuela, 13. Zaragoza.
Teléfono: 976 235 838.
Horario: de 8.30 a cierre. Domingos por la noche, cerrado.
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