Cielo: tapeo innovador en la forma y el fondo

?Al barrio zaragozano de La Jota ha llegado una interesante y atractiva propuesta de cocina en miniatura para tapear.

El equipo humano que atienda la cafetería Cielo, en la bien surtida barra del establecimiento del barrio de La Jota.
Cielo: tapeo innovador en la forma y el fondo
Almozara

Los barrios de Zaragoza se suben al carro de la innovación, a la apuesta por un tapeo diferente cargado de detalles. Eso es lo que propone en La Jota la cafetería Cielo. El diseño del local, la enorme barra, la iluminación, las grandes cristaleras… Todo resulta sugerente y atractivo.


El tapeo se articula alrededor de una mezcla de argumentos gastronómicos para configurar una interesante propuesta de cocina en miniatura. En su presentación ayuda mucho la vajilla. Las tradicionales cazuelitas se han sustituido por pequeños platos hondos en los que pueden aparecer un risotto, un carpaccio, un guiso marinero, unas fabes o una sinfonía de setas de temporada con gulas, jamón y crema de piquillo.


Tampoco faltan propuestas tradiciones como el huevo con gamba o los montaditos de batida de jamón, pero este bar aspira a sorprender a su clientela.


Este concepto se traslada también al picoteo de la noche durante los fines de semana, donde a modo de degustación se ofrecen como entrante cuatro propuestas de este estilo (7 euros) para ir abriendo boca. De nuevo, la presentación resulta singular sobre un plato con un diseño especial.


El sábado y el domingo a mediodía la barra de Cielo es un espectáculo. Es alargada y ancha, pero aun así se llena. Además, todas las tapas tienen el mismo precio (1 euro) para dar a conocer y popularizar estos nuevos formatos. El resto de la semana los precios oscilan entre los 80 céntimos y los 2 euros de propuestas como, por ejemplo, el queso de rulo de cabra con cebolla confitada, frutos secos y sirope de fresa. Pensando en una cena informal este picoteo se puede completar con tablas de curados, patés, jamón y de jamón y queso (10 euros); con ensaladas como la griega, la mediterránea y la astur (mezclum, helado de cabrales, tomate y nueces caramelizadas) y un surtido de pizzas artesanas.


Al vino se le presta mucha atención, con bastantes referencias aragonesas, nacionales y alguna llegada de Sudamérica. La organización habitual de catas pone en evidencia esta inquietud. La sidra natural está muy presente en esta cafetería por el origen asturiano de la cocinera, así que el abanico de posibilidades es realmente amplio.


Y el domingo, a la hora del vermú, una animadora se encarga de distraer a los pequeños en la plaza del exterior para que los padres puedan disfrutar de las tapas tranquilamente.


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