Una pizza no tiene por qué ser prohibitiva para aquellas personas que están a dieta o no quieren comer alimentos muy calóricos. Hacer este plato en casa ya le resta muchos de los aditivos y grasas que contienen las pizzas industriales pero si, además, se sustituye la clásica base por una hecha de verduras, se obtiene un plato ligero y muy sabroso.

La bloguera María Corbacho propone esta original receta en su blog, a la que denomina "calabaci-pizza". O lo que es lo mismo, una pizza cuya base está elaborada con calabacín y queso de Burgos como ingredientes principales.

Ingredientes:

1 calabacín grande 1 cucharadita de harina de almendras 1 huevo 1 tarrina de queso de burgos 0% Especias ItaliaPreparación:

Precalentar el horno a 200ºC. Pelar un calabacín y rallarlo con un rallador de queso o similar. Una vez rallado el calabacín en un recipiente, añadir la tarrina de queso de burgos 0%, el huevo, la harina de almendras y las especias Italia (al gusto). Mezclar bien todos los ingredientes. En una bandeja de horno, colocar papel para hornear. Con la mezcla anterior, hacer la forma de la pizza en la bandeja y hornear durante 15 minutos aproximadamente.  Sacar la bandeja y, con cuidado de no quemarse, dar la vuelta a la base de la pizza. Dejar hornear otros 5 o 10 minutos. Volver a sacar la bandeja del horno y cubrir la base con los ingredientes elegidos. En este caso, tomate natural triturado, atún natural, pimiento rojo y queso light. Introducir de nuevo la bandeja en el horno hasta que los ingredientes estén cocinados (el tiempo variará en función de cada alimento). Cuando esté lista, sacar la pizza del horno y colocarla en un plato. Ahora sí, ¡la "calabaci-pizza" está lista!

Este plato, además de ser saludable, permite aligerar una cena o darse un capricho sin dar al traste con la dieta. Además, los meses de verano proporcionan para la cobertura de esta pizza multitud de verduras de temporada.

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