Esther Naval: “El drama de los saharauis queda hoy en un plano muy remoto”

La fotógrafa ribagorzana Esther Naval es la autora de las imágenes de la exposición ‘Invisibles al cuadrado’, en Madrid hasta el 1 de septiembre.

Esther Naval, junto a una de las fotografías de la exposición.
Esther Naval, junto a una de las fotografías de la exposición.
Jorge Villa

La desesperanzada situación de los refugiados saharauis más vulnerables, los niños con discapacidad, es el tema que aborda la  exposición ‘Invisibles al cuadrado’ que, tras su paso por distintas localidades aragonesas, puede contemplarse en la Sala Cambio de Sentido de Fundación ONCE, en Madrid. La fotógrafa ribagorzana Esther Naval es la autora de las imágenes, resultado de un viaje a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, Argelia, de miembros de la Asociación Alouda de Amigos del Pueblo Saharaui del Alto Aragón.

¿Cómo surgió este proyecto?

Un poco por casualidad. Después de coincidir una colaboradora ribagorzana de Alouda, conocí esta iniciativa, que buscaba captar el día a día de la vida de los campamentos… Esta estaba buscando un fotógrafo, yo tenía la idea de implicarme activamente en una causa humanitaria.

¿Cuál era el objetivo último?

Lo que pretendimos desde un primer momento fue dar a conocer en España un conflicto que ahora es totalmente invisible para la gran mayoría de nuestros conciudadanos, y hacerlo a través de casos personales aún más invisibles; los de las personas refugiadas que padecen diversas discapacidades.

¿Qué le ha supuesto esta experiencia a nivel personal?

Hay una sentencia que recuerda que nunca vuelves igual que cuando partiste. Y este viaje me hizo chocar con una realidad durísima que nos empeñamos en invisibilizar y en la que los españoles tenemos una evidente responsabilidad. Constaté que los refugiados viven en un territorio absolutamente hostil en el que la definición de desierto cobra pleno sentido. No hay nada y esa nada es una desolada prisión donde deben permanecer los saharauis de Tinduf. En ella es especialmente dura la marginación de las personas con discapacidad que son doblemente invisibles.

¿Por qué la apuesta por reflejar esta doble invisibilidad de los discapacitados?

Era una de las líneas posibles de trabajo. En la primera semana de nuestra estancia estuvimos observando y empapándonos de las vivencias de nuestros anfitriones y ya en la segunda nos dedicamos a elaborar ese reportaje, protagonizado por niños y adolescentes con distintas discapacidades. Por sus características y situación, su imagen puede ayudar a remover las conciencias de los espectadores de la exposición pero, además, ellos son perfectos candidatos a venir a nuestro a país para disfrutar del programa ‘Vacaciones en paz’ y su protagonismo era una manera de darles visibilidad.

¿Cómo enfocó la exposición?

Después de hacer muchas fotos,  al regreso llegó el trabajo de selección para dar una coherencia al mensaje. Tras darle muchas vueltas y reafirmarnos en el protagonismo de las personas con discapacidad procuramos que los retratos fueran singulares por las miradas, los gestos o las actitudes para completar un conjunto de 28 cuadros. A la vez, hicimos un trabajo de documentación para ilustrar diez ‘roll-ups’ con información sobre el Sáhara Occidental y para documentar el libro, titulado ‘Invisibles al cuadrado’ y que ha escrito Gonzalo Moure.

¿Somos conscientes de la situación que viven los refugiados saharauis?

Pienso que no. Y, desgraciadamente, hay tantos refugiados hoy que su drama concreto ha pasado a un plano muy remoto. Con la gente muriéndose en los mares y ante algunos de los más abyectos comportamientos del ser humano con los desplazados, las consecuencias del conflicto saharaui han quedado arrinconadas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión