En el próximo lustro se jubilará el 40% de la plantilla médica de Atención Primaria

Socalemfyc aboga por una mejora de las condiciones de contratación y valoración justa de la especialidad.

Un médico examinando a un paciente en el centro de Atención Primaria de La Milagrosa
Un médico examinando a un paciente en el centro de Atención Primaria de La Milagrosa
Mariano Castejón

El colectivo médico lleva años avisando de un problema complejo de abordar, pero que en el Área de Salud de Soria, por ser periférica y poco atractiva, se va acentuando. Las jubilaciones de los facultativos son, de hecho, una preocupación desde hace tiempo, aunque se augura su explosión "a partir de 2020", con su zénit tres años después. En resumen, en los próximos tres lustros se calcula que se jubilará el 70% de los facultativos en activo en el Área de Salud de Soria, 301 de los 429 actuales; la mitad lo hará en los próximos diez años, según los últimos datos del Colegio Oficial de Médicos de Soria (Comsor).

El cataclismo no es exclusivo de Soria, pues ayer la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (Socalemfyc) advirtió de que en el próximo lustro se jubilará un 40% del colectivo de Atención Primaria. No es la primera vez que lanza una llamada de socorro: recientemente diseñó 23 medidas de futuro, principalmente enfocadas hacia el medio rural. Y es que el colectivo, sobre todo el que trabaja en los pueblos, se siente abandonado y poco valorado.

Ante esta situación, se entiende, es necesario una mejora de las condiciones de contratación de los médicos de Familia y una valoración justa de la especialidad para que haya recambio, además de contratar más médicos de Primaria debido al elevado envejecimiento de la población.

Una combinación de incentivos profesionales y económicos podría ser una solución, según han incidido en diversas ocasiones desde el Comsor, pero con los últimos la Administración lo ve complicado para quienes ya están dentro del sistema; sería una discriminación positiva, como la que se pide para la provincia cuando se habla de despoblación.

Hay otras opciones, como la obligatoriedad de pasar por Soria para formarse -o por otro territorio, pues la situación no es exclusiva de la provincia-. Desde el Comsor siempre se ha hablado de que ya se hace en algunos países y es una forma de potenciar las bondades de una provincia de la que, no pocas veces, solamente se ven las cuestiones más crudas.

Salvado el escollo la pregunta sería cómo hacerlo. Ahí entra en juego la posibilidad de que la provincia tenga un Hospital Universitario, como ya lo son otros en la Comunidad. No es sólo un deseo de los profesionales, la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria lo tiene en mente. Sería una manera de hacer atractivo el territorio y de que el éxodo de profesionales bien formados no sea la constante sangría a la que se está acostumbrando el sector, aunque no se resigna a que sea algo perpetuo. Por eso demanda acción a las administraciones.

Así, la posibilidad de que el Hospital Santa Bárbara se convierta en Universitario es entendida por los sanitarios como un acicate para atraer a profesionales que puedan formarse. Que el engranaje se ponga en marcha, la petición oficial, depende del anuncio de la fusión de las facultades de Fisioterapia y Enfermería del Campus Duques de Soria de la UVa para convertirlas en una de Ciencias de la Salud, con la pretensión de realizar un máster sanitario. Ése sería el punto de partida. Pero las cosas ni son tan fáciles ni van tan rápido. Todo suele estar supeditado a diferentes factores.

Peculiaridades

En Castilla y León, la cifra actual de médicos por habitante es de 11 por cada 10.000 vecinos, por encima de la media europea, que es de 9,7, y de España, que es de 7,6. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en Castilla y León hay una realidad muy distinta a la española y europea, debido a la dispersión y alto grado de envejecimiento de la población, advierte Socalemfyc.

Existe un porcentaje elevado de médicos que atiende a poblaciones muy pequeñas, mientras que otros profesionales tienen mucha población a su cargo. Sucede en la misma provincia de Soria, que se puso como ejemplo en varias ocasiones cuando se hizo la reordenación de recursos humanos en Atención Primaria. Concretamente fueron las entonces 58 tarjetas sanitarias en Montenegro de Cameros, la demarcación asistencial que menos cartillas tenía entonces de Castilla y León. Pero la situación "no es una bicoca: el médico vive allí, es una zona de aislamiento y no se quiere integrar en La Rioja, y eso tiene un coste", se advirtió en su momento desde el Comsor.

Otro de los problemas es el envejecimiento de la población, lo que supone que la frecuentación en Atención Primaria en Castilla y León (9,2 veces al año en 2016) es la más elevada de España (5,29 veces al año en 2016). A esto se suma el elevado número de jubilaciones previstas y la falta de recambio generacional.

"Es un hecho que no hay especialistas suficientes en las bolsas de empleo, con el número de plazas que se ofertan para el MIR cada año, sólo se cubriría la mitad de los profesionales necesarios, y que además, muchos de ellos dejarán la especialidad antes de terminarla (18%) y otros muchos, al finalizarla", según advierte la presidenta de Socalemfyc, Elvira Callejo Jiménez.

La causa de estos abandonos está en la precariedad de los contratos que se les ofrecen por la "alta interinidad e inestabilidad", sostiene. Por eso hay necesidad de mejorar los contratos; también, por qué no, de incentivar a quienes lleguen. Hacer frente a esta tesitura va a ser una labor titánica, máxime cuando la tasa de reposición se sitúa en el 10%, aunque a veces es incluso menor, según los datos que maneja el Comsor, desde donde no se cansan de pedir a la Administración que actúe y ataje la situación antes de que se torne más delicada.

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