El recelo ante el fracking vuelve a aparecer con un proyecto colindante a Aragón

El proyecto Cronos, cercano a Calatayud, levanta el recelo de los vecinos de los pueblos de la zona con aguas termales y manantiales. Existen otros 3 proyectos en distinta fase vivos en Aragón.

Proyecto Cronos
Proyecto Cronos

La fractura hidráulica o ''fracking'', técnica para extraer del subsuelo gas natural o petróleo que se basa en perforar artificialmente rocas poco porosas inyectando a presión una mezcla de agua, arena y compuestos químicos, llegó a España hace poco más de un lustro con varios proyectos, levantando una gran controversia. Con el tiempo, la gran mayoría de las iniciativas que se fijaban en el territorio nacional y aragonés han ido disipándose, pero aún siguen quedando algunas en tramitación cuyo avance preocupa a los municipios afectados y organizaciones ecologistas.

El proyecto Cronos, ubicado entre Guadalajara y Soria, pero lindante con la Comunidad de Calatayud a solo unos kilómetros, es del último del que se tienen noticias. El pasado 22 de junio el BOE publicaba la resolución por la cual se señalaba que el proceso de investigación de la futura explotación tendrá que pasar una Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria, y no simplificada, como requería la empresa promotora, Frontera Energy, una decisión aplaudida desde Zaragoza Sin Fractura, una de las organizaciones que impulsó alegaciones.

Pese a esto, el proyecto que afecta a la Comunidad de Calatayud es de los pocos en España que sigue vivo después de que muchos se cayeran por el camino. En esta comarca aragonesa varios municipios siguen pendientes de cada avance debido a su cercanía y, sobre todo, a la importancia que tiene el turismo termal y la explotación de manantiales en pueblos como Jaraba, Ariza o Alhama de Aragón.

“Ahora mismo en Jaraba tenemos prácticamente pleno empleo gracias al balneario y el aprovechamiento de los manantiales, que emplean a cerca de 150 personas también de otros pueblos. Obviamente, siendo el agua nuestro medio de vida, el 'fracking' nos preocupa por si pudiera haber riesgo de contaminación de acuíferos”, comenta Joaquín Barriga, alcalde de esta localidad de Calatayud.

Qué es el proyecto Cronos

Aunque el proyecto Cronos, de cerca de 96.000 hectáreas, no toque sobre el terreno suelo aragonés, el hecho de que la técnica incluya prospecciones en el subsuelo supone un riesgo para acuíferos, al encontrarse sobre parte de la unidad hidrogeológica del Alto Jalón, explica Juan Carlos Gracia, miembro de Ecologistas en Acción y de Zaragoza Sin Fractura. “Si afectara a Soria, por proximidad nos afectaría a nosotros”, señala también el alcalde de Alhama, José María Castejón, otro de los municipios cercanos que viven en gran parte del flujo de la calidad de sus manantiales, su balneario y el embotellamiento de agua mineral.

Dos de estos municipios, Ariza y Jaraba, llegaron incluso a elevar un recurso contra el permiso de investigación concedido al proyecto Cronos que el pasado mes de abril fue desestimado por el Tribunal Supremo, asumiendo el coste del proceso judicial. Otros municipios, como Alhama, declinaron iniciar el pleito al considerar que debía ser la DPZ y la DGA quien velara por sus intereses.

Al Cronos, de reciente actualidad, se suma otro proyecto aún más grande que lleva dos años pendiente de resolución para las primeras investigaciones importantes. Su nombre es Aquiles, también está promovido por al empresa Frontera Energy, y se extiende por las comarcas de Cinco Villas, Ribera Alta del Ebro y Campo de Borja, además de la Ribera Navarra. En total, la zona delimitada abarca 102.356 hectáreas de 28 municipios, la mayor parte en Zaragoza. Se tratan, entre otros, de Tauste, Ejea, Alcalá de Ebro, Remolinos, Gallur Boquiñeni o Pedrola.

Tanto en el proyecto Cronos (sito entre las dos Castillas) como en el Aquiles (entre Navarra y Aragón) la DGA tiene poco que hacer más allá de alegar, ya que al estar a caballo de dos Comunidades es al Gobierno Central a quien le corresponde realizar las consiguientes tramitaciones.

En 2015, cuando Frontera Energy inició los trámites para las investigaciones mediante sísmica 2D -una forma de prospección que se basa en el paso de camiones de gran tonelaje para mediante su vibración detectar posibles bolsas aprovechables- organizaciones ecologistas y Ayuntamientos se quejaron de que el Ministerio diera pie al comienzo de los procesos de alegaciones justo después de las elecciones municipales de mayo, con todos los consistorios recién formados. Ahora, dos años después, todos estos municipios siguen pendientes de la resolución que dictará también si estos sondeos son evaluados de forma ordinaria o simplificada por Medio Ambiente.

“Por lo que sabemos, la resolución debe estar al caer, y confiamos en que al igual que en Cronos nuestras alegaciones sirvan para que se haga con una Evaluación de Impacto Ordinaria. Hay que tener en cuenta que hablamos de una zona donde hay varias reservas de la Red Natura 2000 y que esta zona es también propia de dolinas”, sostiene Gracia

Dos solicitudes siguen en la DGA, mientras que otras tres acaban de caducar

En el plano aragonés, aquellos proyectos que solo tocaban suelo en la Comunidad se extendieron hasta la decena entre 2013 y 2014. Ahora sin embargo, según informan desde la Dirección General de Energía y Minas, solo quedan dos solicitudes de permisos de investigación activas. Otras tres solicitaron su renuncia este mismo mes de julio, mientras que otras 8 también quedaron caducas a petición de sus titulares en meses anteriores.

Desde el Gobierno de Aragón se concreta que nunca ningún proyecto de 'fracking' de evaluación autonómica ha tenido permiso para comenzar siquiera con las investigaciones, y que el único permiso ya concedido que toca directamente suelo aragonés es el Aquiles, por su situación compartida con Navarra. De hecho, en Aragón han proliferado en los últimos años los ayuntamientos que se han declarado 'Libres de 'fracking'', al igual que hicieran las Cortes de Aragón ya en 2013.

El futuro de los proyectos que atañen a Aragón es pese a todo difuso, según explican desde Ecologistas en Acción, donde interpretan que la retirada de tantas solicitudes en los últimos años responde a la perdida de rentabilidad económica de esta técnica. No en vano, desde la llegada de los primeros proyectos a España hasta la actualidad el precio del petróleo y el gas obtenido de forma convencional se ha abaratado de forma considerable. En el lado opuesto del arco de opiniones, para sus defensores el 'fracking' es una técnica que en su momento permitió a Estados Unidos mantener su independencia energética, y que no tendría que ser más que una vía más de extracción compatible con las energías renovables u otras tecnologías.

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