Casi ultimado. Así está el plan de empleo de Aragón, según Daniel Alastuey, secretario general de UGT Aragón.  "Por las conversaciones que estamos manteniendo con el Gobierno de Aragón y lo avanzados que llevamos los documentos, en septiembre se podrá firmar", adelanta. "Tenemos un problema muy grave que son los parados de larga duración y hay que hacer un esfuerzo extraordinario en ese plan por tratar de recolocarles", dice.

Sobre el presupuesto que tendrá dicho plan de empleo, centrado en este colectivo de parados, Alastuey indica que todavía "no le han puesto números". "Va a ser un documento para toda la legislatura y, por lo tanto, habrá que cuantificar las partidas que en los próximos ejercicios se van a dedicar a la creación de empleo y las políticas activas", afirma, pero de momento no las han concretado. Eso sí, ya cuenta de antemano con el presupuesto del Inaem cercano a los cien millones. "Sí, es el factor fundamental. Queremos que se incremente porque hay fondos europeos y fondos de políticas sectoriales suficientes para ello", añade, a la vez que avisa de que "tan importante como aprobar ese presupuesto es que al final se ejecute".

Junto con la puesta en marcha del plan de empleo en Aragón, para Alastuey es fundamental la subida de los salarios. En el Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) suscrito con la patronal para tres años, queda pendiente fijar en septiembre la de 2017. "Si no suben los sueldos, va a ser imposible que se consolide el consumo", advierte. "El incremento salarial para el próximo año se dejó en blanco porque todos entendíamos que las condiciones macroeconómicas en que se estaba firmando el ANC no eran fiables. No se sabía qué iba a pasar con el IPC. De hecho, el 1% para 2015 y el 1,5% en 2016 se firmaron porque había certeza de que el IPC se iba a mantener en cuotas bajas y eso iba a suponer una cierta recuperación del poder adquisitivo. No sabemos si eso va a seguir ocurriendo en 2017. Lo que no puede ser es que nueve años después de  la crisis nos digan que son los trabajadores los que tienen que seguir haciendo sacrificios. Así, tarde o temprano la economía va a colapsar". Alastuey considera que "la crisis en 2007 vino a romper los equilibrios sociales que había y que la desigualdad no ha dejado de crecer provocando fracturas no solo dentro de la clase trabajadora sino entre generaciones". Por eso, UGT le va a pedir al nuevo gobierno central que reúna a patronal y sindicatos para reeditar un pacto. "Si seguimos con el deterioro de las condiciones de trabajo y de vida de la gente, la economía se agravará", avisa, convencido de que urge otra política fiscal que redistribuya la riqueza.Convenios que no se aplican

Pero no solo hay que subir los sueldos, dice Alastuey. Hace falta revertir la flexibilidad introducida por la reforma laboral. "Lo que está pasando no es ya que los convenios colectivos sean mejores o peores sino que no se aplican". Es decir, el esfuerzo del sindicato debe focalizarse no solo en mejorar las condiciones de trabajo y la letra de los convenios, sino también en vigilar que se apliquen y eso, precisa Alastuey, "lo podemos hacer estando en igualdad de condiciones". De ahí, la necesidad, señala, de "un cambio de legislación que vuelva a reequilibrar las fuerzas entre empresarios y trabajadores".

En este sentido, el secretario general de UGT Aragón prevé un "otoño movido en lo laboral y lo social". "Si la patronal y el nuevo gobierno no atienden a razones, nos tendremos que movilizar". A su juicio, "la gente pudo entender hace unos años que había que hacer sacrificios, pero cuando la economía crece como está sucediendo y se genera riqueza, habrá que repartirla para que los españoles no vivan cada vez peor", concluye.