El nivel del pantano no cubre las necesidades pero "hablar de problemas es prematuro"

La CHD dice que la situación, al 62%, "no es preocupante" aunque sigue en estado de sequía y no se prevén lluvias.

Estado en que se encontraba este martes el pantano de la Cuerda del Pozo, al 62%.
Estado en que se encontraba este martes el pantano de la Cuerda del Pozo, al 62%.
Mariano Castejón

La situación de sequía sostenida en el tiempo está menguando a pasos agigantados las reservas hidráulicas. El embalse de la Cuerda del Pozo no evade esta situación, aunque la buena gestión y las abundantes lluvias de febrero (el doble de lo habitual para este mes) le permiten sostenerse. Su estado dentro de la cuenca del Duero es intermedio, con mayores complicaciones en la zona media, aunque con un volumen manifiestamente inferior a lo habitual por estas fechas, que lo dejan en un estado técnico de sequía.

La prolongación de este episodio de ausencia de precipitaciones podrá traer severas consecuencias si el agua de abril y mayo no es sustancialmente superior a años anteriores, si bien la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se pronuncia con suma cautela, alejada de pronósticos y alegando que lo embalsado ahora, siendo inferior a lo habitual, "no es preocupante" de momento y más teniendo en cuenta que queda por desarrollarse la primavera, la época en los últimos años con más lluvias.

La CHD indicaba (al cierre de edición de esta noticia) que el pantano de referencia de Soria contenía 155,3 hectómetros cúbicos, estando al 62,4% de su capacidad total. Se trata de un índice, asume la entidad en declaraciones a este periódico, "bastante alejado" de los más favorables según la experiencia. Dos datos lo ponen de manifiesto. El volumen medio embalsado de la última década a comienzos de marzo se sitúa en el 71%, mientras que el año pasado por estas mismas fechas superaba el 80%.

El caudal seguirá a la baja durante al menos las dos próximas semanas, ya que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha descartado lluvias de relevancia hasta al menos la segunda quincena de este mes. A eso se suma la escasa presencia de nieve en las cotas más altas, que merma notablemente el positivo efecto del deshielo para las reservas.

La CHD indica que las demandas de todo tipo basadas en el agua del pantano, sobre todo en consumo humano y riego, se cifran en el entorno de los 140 hectómetros cúbicos, 15 menos que lo recogido actualmente. Es decir, que, según los planes técnicos del embalse, el 56% es el mínimo que garantiza las necesidades agrarias y de la población. El 1 de febrero estaba al 54% y, este martes, casi al 62%. Hay margen, aunque las previsiones para las dos próximas semanas hacen pensar una reducción progresiva a la espera del comportamiento de abril y mayo.

"Es prematuro, no obstante, concluir que vaya a haber problemas, ya que nos queda por delante la primavera", matizan las citadas fuentes. La salida de agua del pantano se situaba a ayer en un metro cúbicos por segundo. La situación de Cuerda del Pozo "se puede calificar de intermedia en el conjunto de la cuenca del Duero". Es mejor que la existente en los sistemas del norte de la Cuenca (Esla, Órbigo-Tuerto, Pisuerga y, sobre todo, Carrión) y peor que los sistemas del sur, "que ya tienen prácticamente garantizadas sus necesidades", siendo Águeda, Tormes, Adaja y Riaza.

De ahí se desprende que en Cuerda del Pozo no queda garantizado a estas alturas del año.

La CHD recuerda que el Plan Hidrológico tiene establecidos unos indicadores para evaluar la situación de cada uno de los sistemas en materia de sequía. Estos niveles califican la situación de normalidad, prealerta, alerta o emergencia. Cuando una zona, "como el Alto Duero que es el que depende de la presa de Cuerda del Pozo, permanece durante dos meses seguidos en alerta o emergencia", lo que ha sucedido, "se pueden empezar a adoptar medidas".

Las más habituales son la reducción de los caudales que se sueltan desde los embalses, así como los circulantes por el río, que el plan exige en los puntos de control establecidos. En este sentido, el de Soria entró en esta situación de sequía a principios de febrero.

La coyuntura es consecuencia de "unas circunstancias de sequía persistente", que "se han extendido" desde que en octubre de 2016 dio inicio el actual ejercicio hidrológico.

La CHD asegura que la situación "no es tan preocupante", gracias a "las buenas prácticas aplicadas en la zona regable que abastece el embalse, permitieron acabar la campaña de riego en octubre con unas reservas excepcionales de 149 hectómetros cúbicos (rondando el 60%).

Esta evolución, siempre según la entidad gestora de la cuenca, "pone de manifiesto, hasta qué punto se arrastra una situación de sequía, toda vez que el embalse perdió más de un 10% de su capacidad embalsada desde el 1 de octubre al 1 de febrero, después de una estación, otoño, históricamente húmeda". Todo ello, agrega, ya que la presa no sólo garantiza la temporada de riego, sino el abastecimiento humano. Asimismo, la CHD destaca que el río Duero haya transportado caudal "cuando múltiples regatos y arroyos han quedado secos".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión