El interventor admite que el Ayuntamiento gastó el año pasado 47 millones más de los que podía

Insta al Gobierno a hacer un nuevo plan económico al dispararse el nivel de endeudamiento y la regla de gasto. Zaragoza solo cumple el principio de estabilidad.

El concejal de Economía, Fernando Rivarés, escucha en una comisión al portavoz del PP, Jorge Azcón.
El concejal de Economía, Fernando Rivarés, escucha en una comisión al portavoz del PP, Jorge Azcón.
G. Mestre

El interventor general del Ayuntamiento de Zaragoza alerta en un reciente informe de la delicada situación de las arcas municipales de la capital aragonesa. En su análisis de los datos disponibles al cierre del ejercicio 2015, advierte de que el Consistorio está incumpliendo los principales indicadores económicos de estabilidad, lo que le va a obligar a elaborar un nuevo plan económico-financiero en el plazo de un mes. El Gobierno asumió estos datos, que achacó al fondo Impulso y a su decisión de pagar a los proveedores, mientras que el PP dijo que el informe "confirma el fracaso de 12 años de gestión de gobiernos de izquierdas".


El informe del interventor hace un análisis del grado de cumplimiento de algunos de los principales parámetros económicos del Ayuntamiento: el objetivo de estabilidad presupuestaria, la regla de gasto y el límite de deuda. Para ello, ha utilizado los datos de la contabilidad municipal al cierre de 2015, sin computar la deuda a largo plazo contraída por la sociedad de Los Tranvías de Zaragoza para la construcción de la línea 1. A pesar de que el Banco de España sí que la computa, el interventor considera que no debe hacerlo, porque "no se ha notificado oficialmente por el Comité Técnico de las Cuentas Nacionales qué cuantía se imputa al Ayuntamiento de Zaragoza".


Aun sin endosar a las cuentas el demoledor efecto que tendría la deuda del tranvía, el Ayuntamiento incumple la regla de gasto y el límite de endeudamiento. El primero de los dos indicadores obliga al Consistorio –a este y a todos– a no aumentar el gasto público más allá de una tasa de referencia basada en el Producto Interior Bruto, que para 2015 era del 1,3% y que para este año es del 1,5%. Sin embargo, el Ayuntamiento disparó el crecimiento del gasto hasta el 9,15%. El límite que fijaba la regla de gasto para el año pasado para Zaragoza era de 605,5 millones, pero el Ayuntamiento acabó gastando 652,5, es decir, 46,9 más de lo permitido.


En cuanto al nivel de la deuda de la ciudad, el Ayuntamiento también incurre en un grave incumplimiento, pese a no computarse la del tranvía. Según el informe del interventor, el coeficiente de endeudamiento –la relación entre la deuda viva y los ingresos corrientes– era a 31 de diciembre de 2015 del 121,31%, cuando no debería haber superado el 110%. Al cierre del último ejercicio contable, el Consistorio tenía una deuda total de 827,9 millones, por unos ingresos consolidados de 682,4, por lo que el coeficiente de endeudamiento se disparaba hasta el 121,31%.


Según el citado documento, el único parámetro que cumplía Zaragoza a 31 de diciembre era el objetivo de estabilidad, que mide la capacidad de financiación que tienen los Ayuntamientos. Según el interventor, Zaragoza tenía una capacidad de endeudamiento de 6,9 millones de euros. Sin embargo, en el propio informe se admite que si se computa en 2015 la deuda del tranvía, el Consistorio hubiera necesitado una financiación de 249 millones de euros."Imposible de cumplir"

El grupo popular aseguró que el informe del interventor "dice que el PP tenía razón". "Votamos en contra del presupuesto porque no cumplía con las necesidades de la ciudad, ya que hacía falta un nuevo plan económico-financiero", apuntó el portavoz popular, Jorge Azcón. Según él, esta situación "coloca a Zaragoza en una posición única entre las grandes ciudades, ya que aún no ha salido del plan anterior y ya tiene que hacer otro". Las consecuencias, auguró, serán que "habrá menos dinero para servicios públicos y más para pagar a los bancos o facturas en los cajones".


Azcón añadió otros datos alarmantes sobre la situación económica del Ayuntamiento, como el hecho de que la deuda del Consistorio suponga 1.609 euros por habitante y que el periodo medio de pago a proveedores se haya elevado hasta los 72 días. "Los datos son los peores posibles, y la tendencia es a empeorar".


El concejal de Economía, Fernando Rivarés, achacó los datos al fondo Impulso y a la imputación de la deuda del tranvía. "Teníamos dos opciones: cumplir los parámetros o dejar de pagar sentencias y proveedores. Y esto último no va a ocurrir", aseguró. El responsable de las arcas municipales dijo que el plan de ajuste "es imposible de cumplir" sin tocar las políticas sociales, y auguró que los datos mejorarán de aquí a final de año.

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