El gran deterioro del asfalto rebaja a 100 la velocidad en la A-15, en el Sauquillo-Radona

Fomento instala señales que advierten de la irregularidad de la superficie.

La señalización de advertencia por baches y velocidad máxima de 100
La señalización de advertencia por baches y velocidad máxima de 100
Jesús Vinuesa

Tenemos pocas autovías y encima mal hechas. Es la sensación que tienen muchos sorianos. Sobre todo los que transitan habitualmente entre Soria y Medinaceli o hasta Madrid. El tramo de la Autovía de Navarra (A-15) entre Radona y Sauquillo del Campo está peor que nunca. En realidad estuvo en plenas condiciones de aptitud un periodo demasiado corto, ofreciendo desperfectos desde poco después de ponerse en servicio. Los habituales de la vía no tardaron en exponerlo. Pero lo de ahora es ya excesivo. Ilógico para una infraestructura de reciente construcción. Y eso que cuando solamente había transcurrido un año después de su inauguración, tuvieron que repararse unos 500 metros de la calzada.


Tanto que la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento se ha visto en la obligación de instalar una serie de señales para alertar del estado del firme y hasta rebajar la velocidad máxima de la vía. Las señalización vertical precisa la presencia de continuos baches en un espacio de 15 kilómetros coincidentes con el trazado Radona-Sauquillo, en funcionamiento desde el 17 de diciembre de 2010 y cuyo precio de construcción ascendió hasta los 45,8 millones de euros.


La velocidad máxima se ha reducido de los 120 kilómetros por hora habituales para este tipo de carreteras a los 100 comunes en las convencionales de primer orden. Un retroceso marcado en las indicaciones apostadas en ambos costados de los dos sentidos. Las mismas, además, sobre un fondo de color amarillo, el tono utilizado cuando se desarrollan obras en una carretera o en sus inmediaciones, lo que acrecienta la incertidumbre.


Trabajos en este momento no se están realizando. Los alcaldes de la zona no tienen conocimiento de que vayan a producirse y el Ministerio de Fomento tampoco lo ha notificado públicamente. Este periódico se puso el pasado viernes en contacto con la sede ministerial en Madrid para conocer el estado en que se encuentra el tramo y las previsiones que se manejan para reparar el mal estado aunque sin ofrecerse de momento explicaciones. Llegarán previsiblemente en los próximos días.


Durante todo el pasado año se llevaron a cabo constantemente reparaciones en los puntos en peor estado que no dejaban de ser parches. La situación es tan gravosa que exige una actuación integral. Es decir, levantar la capa y reponerla en los 14 kilómetros que componen el tramo. Si se quiere solucionar por completo el asunto, ésa es la opción más viable. Aunque es cara. Pero fundamental, vistos los resultados. Basta con circular por ella para comprobarlo. Podría suponer un desembolso de al menos entre cinco y diez millones de euros, según ha podido saber este periódico. De hecho, afirman fuentes solventes, el Ministerio de Fomento ya ha solicitado presupuestos a empresas del sector para hacerse a la idea de la inversión.


El problema está en quién asumiría el coste ya que la situación administrativa del tramo es, cuando menos, curiosa. Pese a que en diciembre se cumplirán seis años del fin de las actuaciones y de la apertura, a cargo del propio ministro de Fomento en esos momentos, José Blanco, las obras ni siquiera han sido recepcionadas por el Estado. Normalmente este trámite no suele demorarse por más de dos años, cuando la administración comprueba la correcta evolución de la infraestructura. Pero en este caso se rozan ya los seis ejercicios. Y el hecho de que Fomento no lo haya recepcionado en todo este tiempo evidencia que algo no marcha bien y no de ahora. En estas circunstancias, la empresa adjudicataria es la responsable del tramo, lo que significa que cualquier reparación debería correr de su cuenta y sin que el Gobierno tenga que asumirla. Pero el escenario no está nada claro.


El alcalde de Almazán, José Antonio de Miguel, asegura que había intenciones reales de acometer estos trabajos durante la pasada primavera, aunque esas supuestas intenciones son baldías cuando agosto va camino de concluir. A día de hoy se desconoce si se llevarán a cabo estas reparaciones, quién lo hará y cuándo.Riesgo de accidentes

Mientras tanto, el estado del carril derecho es "prácticamente intransitable" y genera "muchísimo peligro", sostiene De Miguel. "Está en condiciones de provocar un accidente en cualquier momento", critica. Tanto que "la mayoría de la gente que conoce la autovía en vez de circular por el carril izquierdo lo hace por el derecho". Por eso exige al Ministerio de Fomento que dé celeridad al tema para acometer los arreglos lo antes posible ya sea a través de la adjudicataria o mediante un nuevo proceso de licitación.


El alcalde de Medinaceli, Felipe Utrilla, confirma el mal estado de la calzada de ambos sentidos, lamentando que se trate de una obra de reciente creación. Desconoce en qué punto se encuentra el proyecto y espera que la situación del Gobierno en funciones no obstaculice por más tiempo unas acciones que ahora son más urgentes que nunca.

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