El aumento de preventivos "asfixia" a una plantilla lastrada por las bajas

Los trabajadores temen no poder garantizar "un ambiente adecuado" entre los reclusos. Exigen una política de recursos humanos "decente" para recuperar efectivos a medio plazo.

Centro penitenciario de Soria
Centro penitenciario de Soria
Luis Ángel Tejedor

La situación empieza a ser "inviable". El número de presos preventivos "se ha duplicado" en el centro penitenciario de Soria, según los sindicatos. Habitualmente hay "entre 10 y 12", pero ahora son 19. Este incremento contrasta con la "escasez" de medios. La plantilla, formada por "entre 100 y 110 trabajadores", ha perdido "14 efectivos" en los últimos tres años. Los empleados dicen no poder garantizar "un ambiente adecuado". Los hay que temen que el problema "vaya a más", ya que en 2015 y 2016 están previstas "varias jubilaciones". La media de edad del personal es de 52,3 años, aproximadamente. Esto se traduce, de acuerdo con UGT-FSP, en "más bajas, más enfermedades y más riesgos psíquicos y físicos".


La población reclusa ha caído un 8,8% entre 2000 y 2015. Hace 15 años había 183 prisioneros y ahora, 167. Los sindicatos creen que este "no es un descenso significativo", ya que "la población fluctúa". El mayor pico se registró en 2012. Entonces había 177 personas entre rejas. Un año antes, no obstante, había 11 menos. La falta de personal "se nota" haya o no variaciones. UGT-FSP asegura que influye, sobre todo, "en la seguridad de los presos" y en la de los propios trabajadores, ya que los turnos de vigilancia "no son lo mismo". Los efectivos exigen "una política de recursos humanos decente". En los últimos años han enviado "varios escritos" a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. También se han reunido con la dirección del centro para exigir cambios, pero todo sigue "igual". "Dicen que las cosas están como están y que todas las prisiones están igual. Achacan a la crisis la falta oferta de empleo público", lamentaron ayer desde UGT-FSP.


Un 20% es "un porcentaje altísimo" para una plantilla como la de Soria. "Vamos asfixiados. Antes estábamos unas diez personas por turno", indican. Los sindicatos exigen recuperar los 14 puestos suprimidos. "Con los que estamos no se puede abrir la nueva prisión", afirman. A la "falta de personal" se une la "antigüedad" de las instalaciones, inauguradas en la década de los sesenta. Esto hace que la provincia no pueda acoger presos de primer grado, caracterizados por su peligrosidad y su falta de adaptación a los regímenes ordinarios. Los sindicatos admiten que la cárcel presenta "defectos". "Muchas veces, ya no cumple", sostienen. Que esté en el centro urbano es un hándicap. También lo es su estructura radial, que hace que no haya tanta separación entre los internos como en las modernas, ordenadas por módulos. "Hace unas semanas, un preso se subió al tejado. Eso no habría pasado nunca si la prisión hubiese sido nueva", afirmaron.


Los trabajadores achacan el pico de preventivos a aumentos puntuales "de las penas o de la delincuencia". La mayor parte de los reclusos cumplen condena por "tráfico de drogas o robo con violencia". Muchos "son de fuera". "Hay gente de toda España. De Soria apenas habrá 20 presos", confirman. Los hay que piden venir al centro provincial "por sus talleres productivos". Se busca, sobre todo, gente "que demuestre buena conducta", que tenga "ganas de trabajar" y que esté dispuesta a seguir "un programa individualizado de tratamiento".