REFORMA LABORAL

Zapatero baraja subvencionar el despido y revisar el contrato a tiempo parcial

El presidente propone ampliar el uso del contrato de fomento de empleo, que tiene una indemnización de 33 días.

Rodríguez Zapatero, durante la rueda de prensa de anoche en la Moncloa. A la izquierda, Fernández de la Vega y Celestino Corbacho
Zapatero baraja subvencionar el despido y revisar el contrato a tiempo parcial
EFE

La modificación del contrato de fomento del empleo es la estrella de la reforma laboral propuesta por el Gobierno. Los cambios, en palabras del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, estarán encaminados a descargar a las empresas de sus costes, pero no tocarán un ápice los derechos de los trabajadores. De sus declaraciones se desprende que el mercado de trabajo español podría contar en breve con una medida novedosa encaminada a subvencionar el precio del despido.

 

La manera de lograrlo estaría basada en experiencias europeas. Una de ellas es la creación de un fondo cuya financiación sería a determinar en la negociación, dado que el jefe del Ejecutivo ha insistido en que su proyecto está abierto al consenso con los sindicatos CC. OO. y UGT y las patronales CEOE y Cepyme.

 

Rodríguez Zapatero quiso tomar ayer las riendas de la reforma y del diálogo social tripartito, que tantos 'dolores de cabeza' le dio en julio. Y decidió comunicar personalmente a los agentes sociales su propuesta. Para ello citó en La Moncloa a los líderes de las cuatro organizaciones y les explicó su proyecto durante más de tres horas. Tanto los secretarios generales de CC. OO. y de UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, como los presidentes de CEOE y Cepyme, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, salieron satisfechos.

 

Los primeros porque no veían indicios de que el presidente abogara por el abaratamiento del despido ni por la creación de un nuevo modelo de contrato. Los segundos consideraron que las propuestas eran un buen punto de partida y Díaz Ferrán apostó por introducir otros cambios profundos, aunque optó por no explicarlos. Como novedad, los dos patronos de patronos comparecieron ante los medios por separado. Bárcenas quitó importancia al hecho y destacó el papel fundamental que tienen las pequeñas y medianas empresas en el tejido productivo del país, por lo que merecen su propio espacio.

 

El contrato de fomento del empleo, de carácter indefinido, nació en 1997 con el consenso de empresarios y sindicatos. Posteriormente, recibió el visto bueno del Gobierno, entonces del PP. El ministro de Trabajo era Javier Arenas, que obligó a los interlocutores a negociar "hasta la saciedad". Se trata de una modalidad que facilita el empleo estable de parados y de ocupados con colocaciones temporales.

 

Al principio únicamente estaba destinado a los colectivos más problemáticos para encontrar un empleo. Poco a poco se extendió a otros grupos. En estos momentos, solo los hombres de 30 a 45 años no pueden utilizarlo. Su principal característica es que conlleva un despido más barato que el correspondiente al contrato indefinido ordinario. Las indemnizaciones en la ruptura improcedente se quedan en 33 días por año de servicio, en lugar de los habituales 45 días. También rebaja las mensualidades a pagar, en lugar de 42 a 24. Sin embargo, a menudo los empresarios ignoran sus ventajas y se inclinan por el indefinido ordinario.

 

Para Zapatero, es imprescindible reducir la excesiva temporalidad del mercado de trabajo, lo que obliga a adoptar medidas que "ensanchen la contratación indefinida". Aseguró que todos los interlocutores coinciden en la conveniencia de buscar una fórmula que fomente los contratos indefinidos y, para ello, "tenemos el contrato de fomento". "Hay un camino para lograr ese objetivo, pero hay que desarrollarlo en un proceso de diálogo", insistió.

 

Junto a la modificación del contrato de 1997, el presidente destacó otra prioridad de la reforma: que los jóvenes encuentren empleo. Su idea es un programa específico basado en la cooperación con las Comunidades Autónomas, encaminado a sacar del paro a los menores de 25 años, con escasa cualificación profesional o muchas dificultades para reciclarse.

Los jóvenes, la prioridad

Unido a esta pretensión, el Gobierno prevé impulsar la formación que en muchos casos resulta ineficaz. Otra iniciativa descrita por Rodríguez Zapatero es la utilización de la reducción de jornada como ajuste laboral, en lugar de los despidos. "Es poner en práctica lo que se ha denominado el modelo alemán", dijo. Reiteró que su proyecto "tiene muchos contenidos" que ayudarán a frenar la destrucción de puestos de trabajo y a salir laboralmente de la crisis de la mejor manera posible. Incluso habló de crear empleo con bajos índices de crecimiento económico, a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado.

Igualmente en la propuesta del Gobierno figura la revisión del contrato a tiempo parcial. Fuentes socialistas mantienen que este tipo de colocaciones puede ser útil para aquellos trabajadores próximos a la edad de jubilación. En la lista de medidas aparece también la reestructuración del sistema de bonificaciones actualmente agotado, la introducción de la intermediación laboral privada, mejoras para desterrar cualquier discriminación laboral y un mayor control del absentismo.