VIVIENDA

Vivienda estudia ayudas directas al alquiler para separados y divorciados

Los sindicatos plantean a Corredor que la eliminación de las horas extra y la jubilación a los 60 años paliarían los problemas de empleo que sufre el ladrillo.

Beatriz Corredor ha llegado al Ministerio de Vivienda en un momento crítico para el negocio del ladrillo. La ministra se puesto como objetivo principal el lograr un gran pacto nacional que aúne a todos los actores del sector, incluidas las administraciones locales y regionales. Y en su agenda se empiezan ya dibujar los pilares del próximo plan plurianual de su departamento, que podría incluir ayudas directas al alquiler para separados y divorciados. Así lo explicaron fuentes del gabinete de Corredor, que subrayaron que "no se descarta nada que contribuya y dé oportunidades de acceso a un piso a quienes más lo necesitan".


El programa 2009-2012 podría, según las mismas fuentes, incluir alguna suerte de desgravación fiscal para el alquiler. Una medida que, en principio, no gusta al responsable de Economía, Pedro Solbes, pero que, dado el especial momento, podría salir adelante. La rehabilitación integral de los centros urbanos, la promoción de la VPO (Zapatero prometió 150.000 pisos protegidos al año) y la figura del alquiler con opción a compra son algunas de las ideas que maneja la ministra. Los promotores ya le han pedido que les permita vender como protegida toda la vivienda libre que ellos no pueden 'colocar', pero Corredor -que busca puntos de encuentro- aspira a dar soluciones a los ciudadanos antes que a los empresarios, que deberán ceder algo a cambio.

Paliativos


En sus primeros días al frente de Vivienda, Corredor ha comenzado una ronda de contactos que este lunes le llevó a entrevistarse con los sindicatos. Comisiones Obreras le planteó a la ministra la conveniencia de suprimir las horas extra en la construcción. Algo que, apuntaron los responsables del sindicato, podría generar 277.000 nuevos empleos.


La Unión General de Trabajadores explicó subrayó a Corredor la necesidad de rebajar a 60 años la edad de jubilación de los empleados del sector, así como la importancia de desarrollar los requisitos contemplados en el Código Técnico de Edificación (CTE). Esta norma, que establece una serie de exigencias en materia de ahorro energético y aislamiento del ruido en las casas, podría alentar nuevos empleos con que paliar la crisis que vive el sector. Además, UGT insistió en la necesidad de apostar por la formación con el objetivo de dar una salida digna ya sea en la obra pública (con mano de obra más especializada que la residencial) o en otros sector a quienes se vean expulsados del andamio.