Spanair eliminará cinco de las siete bases que tiene la aerolínea en España "para concentrar todos los recursos de producción" en Madrid y Barcelona. Para ello deberá suprimir la base que mantiene en Palma de Mallorca. El objetivo es "ganar eficiencia, rebajar costes y asegurar la viabilidad de la empresa". Ante la actual situación económica, mucho más delicada de lo que se preveía, resulta "necesaria" una medida de este tipo. No obstante, la compañía quiso precisar que esto "no alterará la red de conexiones entre el archipiélago y el resto del país".

Por otro lado, Spanair continuará adelante con la reducción de plantilla prevista en su plan de viabilidad, y que supondrá un recorte de entre "780 y 970 puestos de trabajo a tiempo completo". De éstos, entre 95 y 105 serán pilotos, hasta 215 podrían ser empleos de tripulante, entre 55 y 70 mecánicos, de 110 a 140 empleos de rampa, casi 290 puestos de oficina y finalmente se podrían perder hasta 150 empleos de ventas de aeropuertos y servicio del 'call center'.

No obstante, la aerolínea pretende crear cuanto antes una Mesa de Negociación para llegar a acuerdos con los trabajadores y sindicatos sobre los detalles del plan de viabilidad. UGT anunció que se aparta de la negociación, por lo que no formará parte de la mesa. Respecto a la reestructuración de bases, desde Spanair aseguraron que ello ofrecerá "una flexibilidad adicional para seguir creciendo en el futuro" y volvieron a recalcar que ello "no supondrá la disminución de las rutas entre Baleares y la Península". Además, Spanair es la compañía aérea española que cuenta con más bases, ya que Air Europa tiene cinco e Iberia solamente una.