Muy críticos y más preocupados. Así se mostraron ayer los representantes de UAGA-COAG, Javier Sánchez, José Manuel Penella y José Luis Iranzo, al analizar los presupuestos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y las cuentas de la consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón.

Y es que el departamento que ahora ocupa Rosa Aguilar -que sustituye a Elena Espinosa- ha sufrido el segundo mayor tijeretazo aplicado a los distintos ministerios. Solo superado por el de Fomento (-34,1%), los recursos de este macroministerio se reducen un 31,3% respecto al año anterior, en el que ya sufrió un descenso del 20%. "Eso supone que no tiene fondos propios para hacer política agraria y que va a subsistir con el dinero de Bruselas", destacó José Luis Iranzo, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG.

Si preocupante es el recorte, mucho más donde se ha aplicado, insistió Iranzo. Explicó que se recortan en un 29% los fondos destinados a la calidad y competitividad agrícola y en un 23,5% los que tienen como objetivo la competitividad y calidad de la producción ganadera. Dicho de otro modo, el tijeretazo afectará a los programas de formación e incorporación de jóvenes o a las ayudas a los cultivos de frutos secos. Pero también a las asociaciones creadas al calor de programas de mejora de productividad, de sanidad animal o vegetal (Atrias y ADS), así como organizaciones de ganaderos surgidas para la producción y mejora de razas autóctonas.

"Este recorte amenaza a miles de explotaciones, pero también cientos de puestos de trabajo cualificados, muchos de ellos femeninos", advirtió Iranzo, que recordó que en dichas asociaciones se emplean a veterinarios, ingenieros agrónomos, expertos en calidad...

La puntilla de Espinosa

Iranzo denunció además que el Ministerio ha desinflado uno de los programas de los que tanto ha presumido: la industria agroalimentaria y la calidad alimentaria, donde el recorte asciende a un 49,4% y ha mermado casi hasta su desaparición (63,4%) el presupuesto destinado a regadíos.

Y criticó que todos estos recortes apuntan directamente a la línea de flotación del ya castigado sector agrario, ya que "se recorta en productividad, en calidad, en competitividad y en sanidad". En su opinión es "la puntilla que nos deja Espinosa", aunque se mostró confiado en que la actitud "más receptiva y dialogante" mostrada hasta ahora por la nueva ministra, Rosa Aguilar, "nos permita arreglar este desaguisado".

Aunque no tiene todavía las cifras definitivas, UAGA ya teme que el recorte en las cuentas de la consejería de Agricultura será "preocupante". Y preocupa porque si no hay fondos del Ministerio, no habrá cofinanciación y se perderán muchas de las ayudas que llegan de Bruselas. Pero también preocupa que no se puedan terminar las millonarias inversiones realizadas tanto para la incorporación de jóvenes como para la modernización de regadíos.

"La obra no está terminada hasta que no se coloca el último aspersor", destacó Penella, que lamentó que tras el esfuerzo económico realizado por el sector, no haya ahora fondos para terminar el "amueblamiento" de las parcelas para poder regar, producir, amortizar y crear empleo.