No ha sido un año fácil para el sector ovino. Sin embargo, los responsables de Oviaragón-Grupo Pastores se muestran moderadamente optimistas y miran al futuro con buenas perspectivas.

La cooperativa aragonesa, la mayor de ovino de España, cerró el pasado ejercicio contable -del 1 de noviembre de 2008 a finales de octubre de 2009- con una facturación de 48 millones de euros, una cifra similar a la conseguida el pasado año y que supone un descenso del 4% respecto a los 50 millones que alcanzaron el año anterior.

A pesar de ello, su director general, Francisco Marcén, está satisfecho con los datos, más en un año que calificó ayer como “el ejercicio económico más difícil para la cooperativa”. Recordó que el ganadero sufrió la crisis especialmente en el año contable 2007-2008, debido a la sequía, la inexistencia de pastos y el elevado precio de los piensos. “Sin embargo, nosotros la hemos sufrido ahora y, a pesar de ello, hemos sido capaces de mantener la actividad y pagar al productor más por cada cordero”, insistió el director gerente.

Menos corderos

El pasado año estuvo marcado esencialmente por el descenso de producción. Fue el año, aseguró Marcén, más bajo en productividad numérica de corderos producidos por oveja desde hace varios años. Son varios los motivos que explican esta situación. Por un lado, “cada dos años siempre hay uno de menor productividad y tocó el pasado ejercicio”, pero también influyó que algunos ganados se quedaron más flacos y débiles “por la sequía y la carestía de unos cereales que desmoralizó a muchos ganaderos que no podían costear tan elevados precios”.

Así, el pasado año, la cooperativa liquidó a los socios un total de 394.650 corderos, un 12% menos que los 433.664 adquiridos el ejercicio anterior. Sin embargo, el precio medio pagado a los productores ascendió un 7% al pasar de 61,64 euros de media por animal a 64,54 euros. “Un pago que además se hace de forma inmediata, es decir en el momento en el que traen el cordero a la cooperativa”, insistió Marcén.

Hay otros datos positivos en las cuentas de Oviaragón-Grupo Pastores, que serán presentadas para su aprobación en la asamblea que la cooperativa celebra hoy en Zaragoza. En estas cuentas, destaca el incrementó del 3% las ventas a carniceros “gracias a la captación de nuevos clientes”, explicó el director general, que destacó además que el Ternasco de Aragón “ha mostrado mejor resistencia a la caída del consumo”. Dicho en cifras, si las ventas de ternasco con denominación han descendido entre un 5 y un 10%, según la época, las que no tienen el distintivo de calidad han caído el doble. “Esto significa -interpretó Francisco Marcén- que los consumidores cuando optan por este tipo de carne prefieren comprarla de calidad”.

Reforzados

A pesar de las dificultades del pasado año, los responsable de la cooperativa encaran el nuevo ejercicio con “buenas perspectivas”, aunque como señala en la memoria del grupo su presidente, Macario Quílez, “estamos ajustando costes, pero la clave va a estar en aumentar el volumen de actividad y la mejora de las ventas”.

Marcén también se mostró ayer optimista y destacó que el “positivo” incremento de la cuota de mercado -ya supera el 35% en Aragón- “nos permitirá salir reforzados de la crisis”, porque “tenemos una estructura sólida y estamos preparándonos para un futuro distinto, con menos producción y un consumidor más selecto que quiere alta calidad”.