Cumbre EEUU- Europa

Obama pasa revista a los esfuerzos de la Eurozona tras un mes de vértigo

Barroso y Van Rompuy acuden a la Casa Blanca para explicar las últimas medidas para estabilizar la moneda única. El presidente de EEUU vuelve a verse con los líderes europeos tras el bochorno del G-20 por el referéndum griego.

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AFP

La última vez que se vieron las caras, Barack Obama asistió a uno de los momentos más bochornosos en la historia de la UE. Era la cumbre del G-20, celebrada hace menos de un mes en Cannes, y los miembros de la Eurozona luchaban por desactivar el referéndum sobre el segundo rescate griego. Con la convocatoria de la fallida consulta, de la que no había informado a sus socios, George Papandreou se llevó por delante el plan integral para intentar encauzar la crisis de la deuda. El presidente norteamericano pasa revista hoy a los esfuerzos realizados desde entonces en un encuentro en Washington con los líderes comunitarios.


Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, las dos cabezas visibles de la UE, tienen mucho que contarle a Obama tras un mes de vértigo. Papandreou y Silvio Berlusconi han sido reemplazados por primeros ministros de corte tecnócrata, mientras que la crisis no acaba de alcanzar su techo. Las primas de riesgo han entrado en una espiral de descontrol que hace sufrir hasta a Francia. Incluso Alemania, que parecía inmune a las convulsiones de los mercados, se llevó la semana pasada un serio aviso en una subasta de los hasta ahora intocables 'bunds'.


Al final del G-20, Obama reconoció los esfuerzos de la zona euro, pero reclamó una "actuación decisiva" para estabilizar una situación que amenaza a toda la economía mundial. La moneda común camina en la dirección sugerida por el presidente norteamericano, pero al ritmo que marca Alemania. Washington ha apostado en distintas ocasiones por convertir al fondo de rescate europeo en un verdadero "cortafuegos". Angela Merkel, en cambio, cree en un recorrido más largo y doloroso para tranquilizar a los mercados. La canciller defiende como receta básica una lucha implacable contra el déficit aderezada con reformas estructurales.Unión fiscal

Los dos presidentes comunitarios explicarán al líder demócrata los últimos avances de cara a la cumbre europea de la próxima semana. En este encuentro, los socios empezarán a analizar los cambios en los tratados que reclama Alemania para profundizar en la integración del bloque. Merkel pretende que se sancione con mayor dureza a los países derrochadores y poner rumbo hacia una verdadera unión fiscal, un objetivo que también apoya EE UU para equilibrar el uso de una moneda común. Paralelamente, Van Rompuy y Barroso detallarán las últimas medidas para reforzar el fondo de rescate y estabilizar la economía griega.


Obama, que en los últimos meses ha levantado ampollas en la UE con algunas críticas por falta de decisión, incidirá más en la postura conciliadora que ha adoptado recientemente para evitar roces. El embajador norteamericano en Bruselas, William Kennard, decía la semana pasada que ofrecerán sus consejos "silenciosamente" y en "privado". Van Rompuy, por su parte, recordó que las dificultades afectan a las dos orillas del Atlántico. "Ambas partes necesitamos tomar medidas para afrontar las preocupaciones por el crecimiento a corto plazo y para frente hacer frente a nuestras debilidades fiscales", remarcó.


Pese a los pulsos derivados de la crisis, EE UU y Europa conforman un tándem económico inquebrantable. Entre ambos bloques suman un mercado de 800 millones de personas que acumulan el 49% del PIB mundial. Además, Washington es el principal socio comercial de los Veintisiete y viceversa. Según datos de Bruselas, los intercambios de productos ascienden a 1.800 millones de euros cada día y alrededor de 15 millones de puestos de trabajo dependen de la relación bilateral más estrecha del planeta.Superávit comercial

En este gran mercado transatlántico, Europa gana la batalla en la balanza comercial. Las últimas cifras de Eurostat, difundidas la semana pasada, revelan que los Veintisiete cerraron la primera mitad de este año con un saldo favorable entre importaciones y exportaciones de 35.000 millones. Alemania y Reino Unido lideran los intercambios, mientras España ha ido ganando terreno. En sólo un ejercicio la economía española ha disparado sus ventas al gigante norteamericano y su déficit comercial ya es sólo de 228 millones.


Obama y los líderes comunitarios también estudiarán cómo reforzar todavía más los lazos económicos para favorecer la creación de empleo. Desde su llegada a la Casa Blanca, sin embargo, el presidente norteamericano se ha mostrado mucho más interesado en el potencial del Pacífico. Aunque importantes empresas europeas y norteamericanas han apostado por una zona de libre comercio en el Atlántico, la Casa Blanca rubricó hace dos semanas un acuerdo con ocho países -entre ellos Australia, Vietman, Chile y Malasia- para empezar a eliminar sus aduanas a partir del año próximo.