mercados internacionales

Máxima calificación criditicia de Moody's y Fitch

El portavoz del FMI, Bill Murray, desmintió ayer que España haya pedido ayuda internacional como Grecia para garantizar el pago de su deuda.

Moody's y Fitch mantienen la máxima calificación crediticia a España como país, que es además la misma que conceden a Alemania, señalaron a EFE-Dow Jones fuentes de estas agencias de calificación de riesgo.

Ambas agencias calificadoras mantienen su calificación AAA con perspectiva estable para la deuda soberana de España.

Los analistas españoles prevén que Moody's y Fitch se sumen próximamente a Standard & Poor's (S&P) y rebajen la nota de la solvencia de España para hacer frente al pago de su deuda.

La agencia de medición de riesgos S&P rebajó el 28 de abril la calificación de la deuda española con perspectiva negativa por la debilidad de la economía del país, que cree que se va a alargar más de lo previsto.

Los mercados de renta variable retrocedieron ayer entre rumores y dudas de los inversores sobre los problemas de la economía griega y el paquete de ayuda aprobado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que Grecia podría necesitar casi un 30% más de ayuda que la acordada.

Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) negó ayer que España haya pedido ayuda internacional, como Grecia, para garantizar el pago de su deuda. "No hay ninguna verdad en esos rumores", dijo el portavoz de la entidad, Bill Murray.

La especulación sobre la posibilidad de que España pida préstamos a la zona euro, de hasta 280.000 millones de euros, hicieron que la bolsa española cayera ayer un 5,41%, su segunda mayor bajada del año.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de "absoluta locura" y "despropósito descomunal" esos rumores. "La verdad es que no doy crédito, es una absoluta locura", manifestó Zapatero, cuyo país ocupa este semestre la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE). "Es intolerable y provoca daño a España", que no necesita préstamos de sus socios europeos, dijo, a la vez que volvió a rechazar la posibilidad de que España se contagie de la crisis griega defendiendo su "fuerte solvencia" y arremetió contra los especuladores que difunden esa idea.