CRISIS

Miles de irlandeses protestan contra el plan de ajuste

La UE y el FMI ultiman el tipo de interés al que prestarán dinero a Irlanda, entre el 5% y el 6%.

Manifestantes ayer en el centro de Dublín.
Miles de irlandeses protestan contra el plan de ajuste
BEN STANSALL/AFP

Miles de manifestantes marcharon ayer por las calles de Dublín para protestar contra el duro plan de austeridad cuatrienal del Gobierno irlandés, que prevé concluir hoy sus negociaciones con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el rescate a este país. Según la Policía (Garda), la manifestación fue seguida al principio por unas 10.000 personas, aunque subió hasta los 50.000 a medida que ésta se acercaba hasta la emblemática Oficina General de Correos (GPO) en la calle O'Connell, en el corazón de la capital, mientras que la organización habló de "100.000 o 150.000".

En este edificio combatieron los revolucionarios irlandeses en abril de 1916 en el "Levantamiento de Pascua" contra las fuerzas de ocupación británicas para lograr, cinco años después, la independencia de Irlanda, ahora cuestionada por la presencia en el país de la UE y el FMI.

Irlanda necesita ahorrar 15.000 millones de euros y reducir el déficit público hasta el 3% del Producto Interior Bruto en 2014. Entre los temas pendientes de la negociación está el tipo de interés que cobrarán las instituciones internacionales. Según la Radiotelevisión irlandesa (RTE), podría situarse en el 6,7%, con un plazo de devolución de nueve años, una cifra que la oposición cree "inasumible". 'The Irish Times' cree que no superará el 5,2% que paga Grecia, cuyo plazo de devolución es de seis años, aunque ayer desde el FMI se anunció que podría ampliarse a 11 años.

Sarkozy llama a Zapatero

En la ronda de consultas sobre Irlanda, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, telefoneó ayer al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Habló también con el italiano, Silvio Berlusconi; con el portugués, José Socrates, y con el presidente de la UE, Herman van Rompuy.