SINDICATOS

Clamor por la dimisión de Zapatero

Los sindicatos celebran una multitudinaria asamblea en Vista Alegre para dar el banderazo de salida de la huelga general del 29-S, con la que quieren que el Gobierno rectifique.

Aspecto general de la asamblea de delegados de CC. OO. y UGT, ayer en el coso de Vista Alegre.
Clamor por la dimisión de Zapatero
F. ALVARADO/EFE

Decenas de miles de delegados de UGT y CC. OO. pidieron a gritos ayer la dimisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto que ambos sindicatos consideraron el banderazo de salida a la huelga general. Los líderes de CC. OO., Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez, se mostraron convencidos de que las movilizaciones del 29-S servirán para que el Gobierno dé marcha atrás en la reforma laboral. Minutos después de que comenzase el acto, el Parlamento aprobaba como ley los cambios que están en vigor desde el 18 de junio, vía decreto.

A la reunión con visos de mitin que tuvo lugar en el Palacio de Vista Alegre acudieron, según los organizadores, 16.000 representantes sindicales de toda España y otros 3.000 se quedaron a las puertas sin poder entrar. Los gritos que pedían la dimisión de Zapatero y lo tildaban de "cretino", junto los cánticos que animaban a la huelga, no cesaron de oírse durante las más de tres horas que duró la asamblea. A la par, en los pasillos del Congreso, el jefe del Ejecutivo quitaba importancia al asunto y destacaba que los sindicatos tiene una importante capacidad de movilización porque la crisis es "muy dura".

El secretario general de UGT acusó al gabinete socialista de haber sucumbido al chantaje de los empresarios para decepción de los ciudadanos, con el peor paquete de medidas que "se ha intentado instaurar en la historia de la democracia". "Los compromisos sociales del Gobierno, se los ha llevado el viento y ha abrazado un discurso que antes negaba", destacó. "Le pongan un punto y coma, le quiten un punto y coma, la reforma laboral es una regresión social muy clara", apuntó Méndez sobre una ley que supone un paso atrás en materia de derechos y de calidad laboral.

"Nadie cuestiona la legitimidad del Congreso, pero hay otras formas democráticas de expresión", señaló Toxo en referencia al paro general. A su juicio, muchos minusvaloran la fuerza sindical, pero subrayó que estas organizaciones "son insustituibles". Apuntó que el Gobierno quiere un país "resignado y apático", con el fin de convencerle "de que solo existe una manera de hacer las cosas".

Toxo quiso dejar claro que la reforma laboral no va a recuperar ningún empleo y que eso solo sería posible con "una mayor inversión pública y privada". Acusó al presidente Rodríguez Zapatero de carecer de un plan sobre el desempleo y limitarse a "improvisar" sobre la marcha.

El secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos, John Monks, participó en el acto para solidarizarse y mostrar su apoyo a sus colegas. "Exceptuando el caso de Grecia, el español es el peor paquete de recortes que se ha aprobado en Europa", afirmó.