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Sí a la fusión de Caja Duero y Caja España

La sede social de la nueva entidad estará radicada en la ciudad de León, mientras que la dirección ejecutiva se reserva para la ciudad de Salamanca, tal y como negociaron los dirigentes de ambas cajas hace ya semanas.

Caja España y Caja Duero serán una única entidad financiera el próximo mes de julio, cuando comenzarán su camino juntas después de que hoy sus asambleas generales dieran un sí mayoritario a su fusión negociada desde hace meses por los directivos, con la única oposición de una parte del sindicato UGT.


El porcentaje de votos afirmativos ha sido más elevado en Caja España, con el 96 por ciento, -148 votos a favor, tres en contra y tres abstenciones-, mientras que en Caja Duero los sufragios partidarios de la fusión han supuesto el 86 por ciento -102 a favor, quince en contra y dos abstenciones-.


La reunión más tempranera ha sido la de Caja Duero, ya que los asambleístas estaban convocados a las ocho y media de la mañana en la sede de la entidad financiera de Salamanca, donde se han encontrado con un grupo de manifestantes contrarios a la operación que han vuelto a entonar su grito de "no a la fusión".


Ambas asambleas se han desarrollado según el guión previsto y sin sobresaltos en forma de más votos negativos de los esperados, por lo que a mediodía la 'fumata blanca' de ambas reuniones ha comenzado a oler a fusión, lo que se ha confirmado posteriormente con los datos oficiales de las votaciones.


En las ruedas de prensa convocadas por los dirigentes de Caja Duero, Julio Fermoso, y Caja España, Santos Llamas, ambos han destacado que la fusión servirá para crear la octava caja de ahorros de España, si se atienden las cifras de negocio vigentes a día de hoy, en plena fase de fusiones e integraciones.


Santos Llamas ha considerado los resultados de la asamblea como "extraordinariamente satisfactorios" para ponerse "manos a la obra" y llevar a la práctica en algo más de un mes el mandato de las asambleas.


Está convencido de que "esta batalla será beneficiosa para el mundo financiero, sobre todo en Castilla y León", aunque Santos Llamas ha revelado en su comparecencia que dirigentes del Banco de España le han enviado un mensaje de móvil en el que le dicen: "ánimo y adelante".


Por su parte, Julio Fermoso ha asegurado que la fusión de ambas entidades era "la mejor de las posibilidades para salir del marasmo económico actual", mientras que el director general de Caja Duero y futuro director general de la nueva entidad, Lucas Hernández, ha dicho que es "el momento de afrontar la reestructuración de la capacidad productiva" para adaptarse "a los nuevos tiempos".


La sede social de la nueva entidad estará radicada en la ciudad de León, mientras que la dirección ejecutiva se reserva para la ciudad de Salamanca, tal y como negociaron los dirigentes de ambas cajas hace ya semanas.


La entidad resultante, con un volumen de activos de unos 46.200 millones de euros, tendrá como nombre técnico "Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, Caja de Ahorros y Monte de Piedad", pero en los próximos dos años buscarán el nombre comercial con el que unificar su imagen corporativa, del que todavía no hay pistas.


También se ha dejado para las próximas semanas el nombre de quien presidirá la nueva entidad financiera.


Sobre este fleco del proceso, el presidente de Caja España -del que se ha hablado como posible candidato- ha asegurado que no se ha planteado presidir la entidad fusionada, aunque ha condicionado esta posibilidad a que tenga "los apoyos suficientes" en el ámbito político y de las propias entidades para asumir esta responsabilidad.


Con las votaciones de hoy se cierra parte de un proceso de reestructuración del mapa financiero de Castilla y León que se inició hace casi dos años con la pretensión del Gobierno autonómico de dotar a la Comunidad de un "músculo financiero potente", uniendo las fuerzas de las seis cajas de este territorio, y que se ha quedado en una fusión de las dos entidades más grandes y la búsqueda de otros caminos del resto.


La asamblea de la caja fusionada tendrá 320 consejeros generales (160 cada una) y 34 vocales (17 de cada caja), mientras que la comisión ejecutiva estará compuesta por catorce cargos, siete de cada caja original.


En el camino quedarán unas 250 oficinas, que tendrán que ser cerradas por la duplicidad de ambas entidades -con lo que la red de sucursales quedará reducida a unas 1.100 en toda España y Portugal-, y 846 trabajadores prejubilados, de los que el 60 por ciento procederán de Caja España y el 40 de Caja Duero.