AENOR

Manuel López Cachero: «De la crisis no se sale por la calidad, pero sin ella no se sale de la crisis»

La Asociación Española de Normalización y Certificación cumple 25 años. Su máximo representante habla aquí de la situación y los retos de la organización.

Manuel López Cachero, el pasado martes en Zaragoza.
Manuel López Cachero: «De la crisis no se sale por la calidad, pero sin ella no se sale de la crisis»
óLIVER DUCH

Hablé con usted sobre Aenor en 2004, en una entrevista para este diario. ¿Cómo han cambiado las cosas en estos siete años?

Yo no lo puedo cuantificar, porque las medidas que se toman no son homogéneas, pero sí puedo decir que Aenor es una realidad muy viva que desde que nació ha estado muy presente y atenta a las demandas sociales. Aenor no es una empresa, es una asociación, una reunión de personas que persiguen unos objetivos comunes que ha sido capaz de generar una cultura de trabajo propia merced a una plantilla muy profesionalizada, que está trabajando con una gran independencia. Aenor me recuerda a un río que va circulando y que es capaz de adaptarse a las características del terreno y va haciendo su propio curso y su propio cauce. En este sentido, en los últimos siete años ha avanzado en un camino en el que ya estaba, pero que cada vez es más fuerte, sin renunciar a su actividad conceptual primaria que es la normalización.


Y ha ampliado su campo de acción.

Manteniendo su posición inicial ha preparado ya normas que sirven de base a normas internacionales. También hemos profundizado en temas relacionados con el bienestar de la sociedad, en temas de prevención de riesgos laborales, accesibilidad, parques infantiles, sostenibilidad. Si tenemos que poner el énfasis en algo es en el cambio y si Aenor hace algo es evolucionar.


Cada vez hay más normas. ¿Hasta dónde se puede llegar?

Allá por 1902 o 1903, hace más de 100 años, empezaron a elaborarse normas, sobre todo en el sector eléctrico. Después de ese proceso, alrededor de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló y se consiguió la ISO. Las normas nacieron en esos contextos básicamente referidas al mundo industrial, y eso ha sido y sigue siendo fundamental. Y un buen día alguien cayó en la cuenta de que la norma conceptualmente se puede extender a otros campos y empezamos a trabajar en normas referidas a los servicios. La norma ha ido evolucionando. ¿Hasta dónde? Hasta donde la inteligencia lo requiera. Yo no soy partidario de la tesis de que todo tiene que estar regulado y que tenemos que tener un protocolo preciso para nuestros actos. La libertad humana me parece esencial. ¿Quién iba a pensar en los años 80 que iba a haber normas de gestión medioambiental? Las normas deben ser en su concepción de carácter voluntario. No es una norma en sentido jurídico que a todos obliga, pero sí en el sentido técnico que a todos ayuda.


¿Cuáles son los sectores más certificados?

Tradicionalmente han sido los sectores industriales, pero ahora asistimos a un crecimiento espectacular del sector servicios. Nosotros ya estamos incluso certificando la accesibilidad a playas, emisiones de gases -la ONU nos designó para hacerlo en el protocolo de Kioto-, en accesibilidad? Estas cosas hace 12 o 14 años no se pensaban y hoy se están haciendo.


¿Cómo ve Aenor a Aragón desde Madrid?

Si miramos la posición relativa de Aenor respecto al peso relativo de su censo empresarial español, yo creo que prácticamente en todos los sectores Aragón está por encima de la posición relativa que le correspondería. En Aragón hay un interés creciente por la calidad, eso ya hace casi 15 años e incluso más, ya que la primera certificación en Aragón fue en 1990. Celebramos los primeros 25 años de Aenor y hemos pensado que este era un sitio excelente para empezar a movernos. Es próximo y tiene dinamismo. Hago piropos, pero también digo que queda mucho por hacer.


¿Cuál es la apuesta internacional de Aenor?

Estamos hoy con entidades propias en doce países y nuestra oferta de servicios alcanza a la demanda que surgió en 60. Uno de los países donde estamos es El Salvador, donde hemos certificado el Ministerio de Hacienda, el único de todo el mundo enteramente certificado. Eso supone una tranquilidad enorme para los salvadoreños con independencia del Gobierno. Certificamos cuando había un gobierno de un color político y seguimos certificando ese mismo ministerio con un gobierno totalmente distinto.


¿Ha afectado la crisis a Aenor?

No hemos sufrido por fortuna un zarpazo que nos haya puesto en peligro. Hemos sido capaces de sobrepasar hasta ahora los ejercicios económicos correspondientes sin tener resultados malos. En estos tiempos de crisis hemos conseguido pagar a nuestros empleados, a nuestros proveedores, los costes internacionales. Pero la crisis nos afecta y nos preocupa. De la crisis no se va a salir solo por la calidad, pero sin calidad no se va a salir de la crisis. La calidad es uno de los elementos básicos de la competitividad. Y competitividad no solo es tener salarios bajos, es hacer las cosas muy bien.


¿Cuándo saldremos de la crisis?

No tengo dotes proféticas. Esta crisis es universal y en España tenemos problemas específicos. Me temo que no es inminente la salida, ojalá me equivoque. Vamos a salir empobrecidos respecto a un momento anterior, pero podemos salir fortalecidos si asumimos que las cosas nunca se regalan y que el esfuerzo colectivo debe ser mayor. Podemos superar la crisis y no salir derrotados de ella, sino vencerla.