FINANCIACIÓN

Los grupos nacionalistas reiteran su "decepción" y avisan de que serán "inflexibles"

Los partidos minoritarios en el Congreso reiteraron este jueves su "decepción" por la propuesta presentada en la Comisión de Economía por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, para abordar la nueva ley de financiación autonómica y advirtieron de que mantendrán "posiciones inflexibles" en la negociación que se abre en septiembre.


De esta forma, CiU, ERC e ICV corroboraron la existencia de un "frente catalán" que vincula financiación con Presupuestos y que tiene como objetivo "hacer cumplir al Gobierno con el Estatut".


El portavoz económico de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, rechazó de partida la comparecencia de Solbes al considerar que ésta "rompe con la bilateralidad" que establece el Estatut en la negociación de la financiación autonómica. A su entender, un marco multilateral "no sólo no conviene a Cataluña, sino que le perjudica". En todo caso, reiteró su "decepción" por la propuesta del Gobierno que, a su entender, continúa incumpliendo el Estatut.


Sánchez Llibre responsabilizó al Gobierno de la falta de un acuerdo con Cataluña en materia de financiación antes del 9 de agosto, tal y como marca el Estatuto catalán, y le advirtió de que "no se está dando cuenta de la gravedad de la situación" al permitirse "jugar de forma inconsciente con las cuestiones del comer", algo que tachó de "peligroso". "Cataluña no se merece este trato discriminatorio", señaló.


Por ello, avisó de que CiU será "inflexible" en la negociación de la financiación catalana y pidió un acuerdo "lo más rápidamente posible" y sin "prórrogas innecesarias que no dejan de ser cortinas de humo para que el Gobierno siga incumpliendo la ley", dijo en alusión al pacto de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con el líder de ICV, Joan Saura, para aplazar el acuerdo sobre financiación catalana a noviembre.


Sánchez Llibre manifestó su intención de "liderar" una unidad de fuerzas políticas catalanas para "obligar" al Gobierno a "cumplir con la ley", garantizando la "suficiencia financiera" de Cataluña y reduciendo el déficit fiscal que "está ahogando toda posibilidad de progreso". En este sentido, mantuvo la "vinculación" entre Presupuestos Generales del Estado (PGE) y financiación: "Son dos cuestiones imposibles de desligar, unos presupuestos han de contemplar una buena financiación".


Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, lamentó que después de dos años desde la aprobación del Estatut, el Gobierno aporte "una propuesta que, de forma intencionada, es genérica y no cumple los mínimos para ser calificada de propuesta". No obstante, aseguró que su partido sigue abierto a seguir negociando porque está "decepcionado, pero no resignado", aunque advirtió que no firmará "cualquier cosa". "Es preferible un 'no' acuerdo a un mal acuerdo", argumentó.


Por ello, Ridao corroboró el frente catalán del que hablaba Sánchez Llibre y vinculó el debate de la financiación con el de los PGE. A su entender, es "legítimo" condicionar "la ley más importante a la obtención de una buena financiación" porque ésta deberá reflejar el nuevo sistema para 2009. "Esta unidad de acción es un consenso básico sobre la necesidad de acabar con ese déficit fiscal sangrante", dijo Ridao, y que, afirmó, "ahoga Cataluña".


El diputado de ICV Joan Herrera, por su parte, pidió "respeto" hacia la reforma estatutaria de Cataluña y avanzó una "postura exigente" en la negociación de la financiación. Asimismo, culpó al Gobierno del incumplimiento de los plazos que establece el Estatut y criticó que la propuesta de Solbes que ya presentó en julio establezca "límites preestablecidos" como es la cesión del 50%. "Para que la negociación llegue a buen puerto no debe haber apriorismos", opinó.