Cuesta abajo y sin frenos. Esa es la situación del mercado del automóvil en España, que acaba de cerrar el peor junio de su historia, con un derrumbe de las ventas del 31,4% interanual. Según la patronal del sector (Faconauto), apenas se reciben de media dos visitas al mes. El sector calcula que se perderán 15.000 empleos en el segundo semestre del año de seguir así la situación. De hecho, en el primer semestre, el negocio ha sufrido una regresión del 26,8% respecto a 2010.

Según explicaron los fabricantes (Anfac) y los vendedores (Ganvam), en el último año solo se han comercializado 820.000 unidades, lo que sitúa a la industria a niveles de principios de la década de los 90.

En Aragón la caída en la matriculación de vehículos en junio ha superado la media nacional con un 41% respecto a 2010 lo que supone un descenso en las ventas de 1.421 unidades.

Los fabricantes destacan que el verdadero problema es que los particulares, el tradicional motor del negocio, no tiene dinero, ni crédito, ni confianza en la economía para comprar un nuevo coche. Además, fabricantes y vendedores llamaron la atención sobre el «prematuro envejecimiento» del parque automovilístico nacional -la 'excusa' con la que demandan nuevos ayudas-, que ha pasado a tener una media de diez años de antigüedad frente a los siete años de Europa. «Las posibilidades de sufrir un accidente con un coche de más de diez años se duplican respecto a uno nuevo y se triplican en el caso de unidades de más de catorce años», sentenciaron.