Aragón matriculó en los primeros quince días del año 453 vehículos, un 34,7 por ciento menos que en el mismo periodo de 2010, según datos del Instituto de Estudios de Automoción facilitados a la Asociación Nacional de Vendedores (GANVAM), que representa a 2.400 concesionarios.

Por canales, las compras de particulares en Aragón cerraron la primera quincena de enero con 270 matriculaciones, lo que supone un descenso del 49,5%.

Por contra, las ventas a empresas experimentaron una subida del 15,5%, hasta alcanzar las 179 unidades, mientras que las matriculaciones de las compañías alquiladoras se mantuvieron estables respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

En el conjunto de España, las ventas bajaron un 26,6%, con 19.170 unidades vendidas en esta quincena.

Por comunidades autónomas, todas las regiones experimentaron caídas de dos dígitos en sus cifras de matriculaciones, que fueron especialmente virulentas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (50,9%), La Rioja (40,6%), Asturias (38,4%), Navarra (38,3%), Castilla y León (35,8%), Aragón (34,7%) y Murcia (34,3%).

El resto de regiones también registraron descensos, como es el caso de Andalucía (31,9%); Galicia (31,2%); País Vasco (29,6%), Castilla-La Mancha (28,4%); Comunidad Valenciana (27,7%), Cantabria (25,6%), Cataluña (24,1%) y Baleares (22,3%).

Las comunidades donde menos cayeron las ventas fueron Canarias (21,1%) y la Comunidad de Madrid (17,5%).

Ante esta situación, Ganvam considera que 2011 será también un año difícil para el sector de la automoción, en el que se producirá con toda probabilidad la pérdida de puntos de venta y, en menor medida, de empleos en las redes de distribución, puesto que las plantillas ya se han ajustado al mínimo para poder hacer frente a la caída del mercado.

Ganvam prevé un nivel de ventas por debajo de las 900.000 unidades, lo que supondrá una caída de entre un 8 y 9 por ciento.

El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, recuerda que, si bien esta situación es crítica para el sector de la venta, debe verse como una oportunidad para el comprador que puede adquirir un vehículo en unas condiciones muy ventajosas a un precio un 5 por ciento más barato que hace cinco años.