DESCONFIANZA EN LOS MERCADOS

La prima de riesgo se estabiliza

El indicativo, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, se sitúa en torno a 290 aunque ha llegado a bordear los 300, el peor dato desde 1996.

El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, lo que se conoce como prima de riesgo país, repuntaba a las 14.05 y superaba los 290 puntos básicos, aún por debajo del máximo alcanzado a media mañana, cuando rozó los 300.


Poco después de coquetear los 300 puntos básicos, su tasa más alta desde comienzos de mayo de 1996, la prima de riesgo se relajaba y permanecía en torno al 280. Antes de 1996 este indicador de riesgo llegó a superar los 550 puntos básicos en 1993, según datos de mercado.


El actual repunte se produce pese a que la rentabilidad del bono español se ha reducido desde el 5,488% al 5,481%, un descuento que ha compensado la mayor caída del rendimiento del bono alemán, que ha pasado del 2,692% al 2,664%.


El precio de estos bonos, que suele evolucionar en sentido contrario a su rentabilidad, se situaba en el 95,24% para el español y en el 98,56% para el germano.


Más acusados a esta hora eran los repuntes en los diferenciales de otros países periféricos, ya que en el caso de Grecia este indicador pasaba de 910 a 926 puntos básicos, en tanto que en Portugal ascendía a 457 desde los 428 de la víspera y en Irlanda desde 637 a 685.


Otros países europeos aparentemente ajenos a las crisis de deuda soberana veían también subir de forma llamativa el diferencial de sus bonos a diez años respecto del alemán, como por ejemplo Italia, que pasaba de 183 a 203, o Bélgica, que lo hacía desde 112 a 136 puntos básicos.


Según explicó José Luis Martínez, analista de Citi, el rebote registrado por el diferencial español se debe "sencillamente" a que el mercado no funciona y no hay liquidez, y descartó que "haya nada detrás de ese movimiento brusco". De hecho, indicó, los diferenciales de otros bonos, como el belga o el italiano, también están "ardiendo".


Las caídas, prosiguió Martínez, se retroalimentan dentro de un contesto de "riesgo y miedo", pero no hay un proceso automático ni unos umbrales máximos a partir de los cuales España tenga que pedir ayuda o la situación sea irreversible. "Que la rentabilidad del bono español esté en torno al 5,5% es un dato muy malo, porque limita completamente la liquidez, en particular al sector privado, y tiene efectos nefastos en la economía real", añadió. Lo que el mercado demanda, siguió, "son medidas contundentes y rápidas, tanto en España como a nivel europeo".


En ese sentido, Ignacio Cantos, analista de Atlas Capital, reiteró que el repunte de hoy obedece a la pura y simple especulación, y que no hay motivos objetivos que justifiquen el pánico vivido a media mañana.


Cantos se mostró convencido de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciará el jueves medidas que suavicen las condiciones del mercado, bien mediante una expansión cuantitativa o "quantitative easing", tal y como ha hecho la Reserva Federal de Estados Unidos, bien mediante la reanudación de las subastas o "barra libre" de liquidez que interrumpió a mediados de año.


El departamento de análisis de Bankinter, por su parte, indicó que "el mercado continúa sin fundamentos e interpreta que las medidas aplicadas en Europa solo son soluciones a corto plazo que en el mejor de los casos han permitido ganar algo de tiempo, pero son insuficientes para poner fin a la desconfianza que rodea a la deuda soberana".


A esta hora, la Bolsa española bajaba el 0,79% hasta los 9.251 puntos, tras comenzar la sesión con un rebote que llegó a superar el 1%.