EFECTOS DE LA CRISIS

Aragón ha perdido desde 2008 más de 10.000 autónomos

UPTA reclama políticas activas de empleo para este colectivo y sobre todo que se abra el grifo de la financiación.

Marta Marco, en un terreno baldío que simboliza el abandono de los autónomos
La pérdida de autónomos en Aragón supera ya los 10.000 desde 2008

Aragón ha perdido desde que empezó la crisis hasta julio de este año más de 10.000 trabajadores autónomos. Pero lo peor de todo es que "la sangría no cesa", según Álvaro Bajén, secretario general de UPTA (Asociación de Autónomos de Aragón), que recuerda que la mayor pérdida de empleo se ha dado en el sector de la construcción, que sigue siendo el más castigado, seguido del transporte.

Si bien en los últimos meses se observa en el comercio minorista una subida leve y cierta mejoría en el sector de la hostelería, que registró en julio un ascenso de 149 activos y de 110 en junio, estos leves incrementos no pueden compensar la pérdida generalizada de autónomos que se sigue produciendo, debido, sobre todo, según Bajén, "a que no se hacen políticas serias de empleo para este colectivo ni se ha corregido el problema de financiación que sufren". A su juicio, "en este país no se cree en el autónomo: es un colectivo abandonado a su suerte".

UPTA achaca la pérdida continua de autónomos a tres razones fundamentales. Por un lado, debido a la crisis económica, al autónomo se le reduce la carga de trabajo y, por otro, sus proveedores o no le pagan o tardan demasiado en hacerlo -incluso las Administraciones Públicas-. Si a eso se suma que los bancos no les dan crédito, "llega un momento en que no pueden mantenerse y se ven obligados a echar la persiana". "Vienen a UPTA con el dolor de tener que abandonar su actividad y echar al personal que tienen pero si no hay, no hay", indican las mismas fuentes.

No hay un perfil definido sobre los autónomos que se dan de baja. "Son de todas las edades y sectores. Al principio fue la construcción de manera brutal. Después el transporte y el comercio y ahora todos", explican desde esta asociación, que ve impotente cómo pasan los meses y el Gobierno no hace nada no solo para solucionar el grave problema de financiación que sufren los autónomos, sino tampoco para dar alternativa a los que aún resisten con planes de empleo que les permitan seguir.

Una solución: las cooperativas

Por ejemplo, en el sector de la construcción, debería haber habido una verdadera apuesta por la rehabilitación con la puesta en marcha de una gran transformación del parque viejo de viviendas aprovechando las energías renovables. "Eso habría dado trabajo a mucha gente", explica Álvaro Bajén. "Desde la UPTA estamos creando cooperativas de servicio para que los autónomos de la construcción puedan tener una salida por esta vía. Iniciativas de este tipo son las que se deberían poner en marcha también en el sector del transporte, donde se está haciendo una verdadera reconversión", indica.

Bajén advierte que "si no se crean estructuras cooperativas los autónomos de la construcción irán desapareciendo, igual que en la agricultura y otros sectores". El problema, en su opinión, es que no hay una voluntad política como en Francia de defender y sostener al autónomo: "Aquí en España se les está dejando morir sin ser conscientes de que la destrucción del pequeño tejido empresarial de pymes y autónomos nos va a hacer retroceder como país".

En todos estos meses de caída de autónomos, desde que empezó la crisis en marzo 2008, solo junio de este año representó un punto de inflexión en Aragón con 52 altas, pero fue solo un espejismo, explican desde UPTA, ya que en julio los datos han vuelto a ser negativos con 117 bajas, en parte debidos a que muchos profesores afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) dejan de cotizar a la Seguridad Social estos meses de verano a la espera de que en septiembre, al retomarse las clases, vuelvan a ser contratados.

Ayuda de la Administración

Las previsiones de futuro no son nada optimistas. El responsable de UPTA Aragón piensa que el colectivo de autónomos "se mantendrá en una muerte lenta" a no ser que realmente se impulsen políticas decididas de creación de empleo para autónomos. Asimismo, el colectivo reclama rebajas fiscales y ayudas de la Administración, es decir, el mismo trato que están teniendo algunos sectores industriales como el de la automoción, que ha recibido un fuerte apoyo. "Los autónomos están en el furgón de cola de nuestro país", denuncia Álvaro Bajén.