Violentos incidentes se registraron ayer en Atenas y Tesalónica en las manifestaciones del 1 de mayo en Grecia, que movilizaron miles de personas en un clima tenso, debido al plan de austeridad que el Gobierno anunciará el domingo para superar la crisis financiera.

En Tesalónica, donde 5.000 personas participaron en dos manifestaciones, según la Policía, las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos contra grupos de manifestantes que destruyeron cajeros automáticos y vitrinas de comercios. Mientras, en Atenas, manifestantes y policías se enfrentaron brevemente después de la disolución de las dos manifestaciones convocadas por los principales sindicatos (Pame y Adedy), y que congregaron 15.000 personas. Las fuerzas de seguridad intervinieron con material antidisturbios y gases lacrimógenos para sofocar una revuelta en la que se incendió una furgoneta de la televisión.

Al avanzar la tarde, un grupo de manifestantes se atrincheró en la sede de la Escuela Politécnica de Atenas, mientras que en el mismo barrio otro grupo tiraba proyectiles contra las fuerzas de seguridad para impedirles que avanzaran.

Según fuentes sindicales, el plan que el Gobierno griego negocia con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional podría exigir a Grecia que ahorre hasta 25.000 millones de euros en dos años para encauzar el déficit público, haciéndolo pasar del 14% del Producto Interior Bruto del año pasado a un 4% a finales de 2011. Algo que supondría un esfuerzo sin parangón en la zona euro.

El primer ministro, Giorgos Papandreou, intentó que sus conciudadanos aceptaran los nuevos sacrificios porque la "supervivencia de la nación" dependía de ello.

En todo el mundo

Los desfiles del primer día de mayo reunieron ayer a millones de trabajadores en todo el mundo. En Turquía, por vez primera en 33 años, miles de manifestantes se agruparon en la plaza Taksim de Estambul, en la que las manifestaciones estaban prohibidas desde el 1 de mayo de 1977, cuando desconocidos abrieron fuego contra la multitud matando a 34 personas.

En Moscú, 5.000 comunistas enarbolando banderas rojas y retratos de Stalin abrieron el cortejo, en el que los partidarios del primer ministro Vladimir Putin eran, sin embargo, mayoritarios entre los manifestantes, cifrados en más de 20.000 personas.

En Alemania, activistas de la izquierda radical y del Bloque Negro de autónomos violentos lanzaron piedras, botellas y objetos incendiarios a las fuerzas antidisturbios desplegadas en Berlín, al término de la marcha. La policía respondió con contundencia.

En Francia, las manifestaciones se sucedieron en múltiples ciudades tras el llamamiento de los sindicatos, que están en contra de la reforma del sistema de jubilaciones propuesta por el Gobierno.

En Iraq, Indonesia, Nepal e, incluso, en Cuba, con el presidente Raúl Castro encabezando un multitudinario desfile, también se celebró el Día del Trabajo con manifestaciones públicas.

F. Fontemaggi/Colpisa/AFP

A palos contra la Policía. Decenas de manifestantes se enfrentaron ayer a los agentes antidisturbios durante una protesta convocada con motivo de la celebración del Día del Trabajo, en Atenas (Grecia). Los sindicatos griegos llamaron a la ciudadanía a mostrar su descontento por el severo plan de austeridad del Gobierno para sanear la economía del país. La Policía empleó gases lacrimógenes contra algunos manifestantes.

A palos contra la Policía. Decenas de manifestantes se enfrentaron ayer a los agentes antidisturbios durante una protesta convocada con motivo de la celebración del Día del Trabajo, en Atenas (Grecia). Los sindicatos griegos llamaron a la ciudadanía a mostrar su descontento por el severo plan de austeridad del Gobierno para sanear la economía del país. La Policía empleó gases lacrimógenes contra algunos manifestantes.

Extrema derecha alemana. Manifestantes de la extrema derecha alemana participaron ayer en una marcha convocada con motivo del Día Internacional del Trabajo, en Berlín (Alemania). Mientras, decenas de miles de manifestantes de izquierda y organizaciones sindicales salieron al paso a las marchas neonazis, que discurrieron bajo fuerte protección policial para impedir enfrentamientos entre militantes de uno y otro bando.