SEGURIDAD SOCIAL

La crisis económica y la "inseguridad" laboral provoca un descenso en las bajas médicas

Desde hace dos años han disminuído las bajas por gripes o costipados.

La Seguridad Social ha tramitado en el último año hasta un 40 %menos de bajas laborales, según asegura el presidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT), Antonio Iniesta. Según él, este descenso está provocado por la "inseguridad" laboral que ha generado la crisis económica en España. Este descenso de bajas laborales se viene observando desde hace dos años y ha afectado a las bajas cortas, de menos de siete días, provocadas por "problemas frecuentes" como gripes, constipados o diarreas.


Este descenso no afecta a las bajas largas, cuyas cifras permanecen estables pese a la crisis. "Quien tiene un tumor no lo va a hacer desaparecer ni ocultarlo", justifica Iniesta.


Incluso el pasado otoño, en pleno pico de la Gripe 'A', las bajas continuaron descenciendo, pese a los continuos consejos sobre el reposo que debían guardar los afectados. "Se produjo mucha relajación cuando se vio que no moría tanta gente", ha afirmado el presidente de la AEEMT.


Por encima de este riesgo se ha situado "el clima de inseguridad que hay, con posibles expedientes de regulación de empleo o despidos, que "hace que uno se lo piense mucho antes de pedir una baja". Como reconoce Iniesta, "hay casos con cuarenta de fiebre que al día siguiente están trabajando", ya que "lo que se intenta es no faltar, porque hay mucho miedo a estar señalado".


Sin embargo, la crisis económica está provocando que de las bajas que se producen, un mayor número sea debido al estrés y la depresión. Así, este tipo de incapacidad laboral constituye hasta el 60% del total de las bajas laborales.


"Hay un aumento de problemas osteomusculares, como sobrecargas, movimientos repetitivos que acaban en tendinitis, lumbalgia o cervicalgias, así como muchas patologías psiquiátricas, muchas de ellas también por estar quemado o sobrecargado, porque por mucho trabajar acabas rompiéndote", ha explicado Iniesta.


Muchos de ellos, además, acaban somatizando estos problemas psicológicos y refieren problemas digestivos o musculares cuando, en realidad, "enmascaran" otros síntomas.

Conservar el empleo


De este modo, se está dando la paradoja de que quienes deberían estar contentos con conservar su trabajo viven sometidos a un fuerte estrés y sobrecarga que sobrepasa los límites laborales y llega a las familias.


Así, "se están dando conflictos familiares cuando se produce un ajuste por el despido de uno o los dos cabezas de familia, sobre todo cuando hay hijos adolescentes, que llevan mal esa reducción del nivel de vida y provoca un conflicto al padre, tanto en el trabajo como en la familia", asegura.


En estos casos, se produce una "sensación de fracaso", lo que provoca también una sobrecarga, sobre todo si es el único miembro de la familia que trabaja, porque "no puede permitirse nada e intenta forzar para ganar un dinero extra".