Las últimas previsiones de las entidades bancarias apuntan a que la compra de la vivienda se va a incrementar entre un 5 y un 7%. Así lo aseguran desde el portal Casaktua.com, desde donde informan que la ubicación, el estado del edificio, la oferta y demanda de la zona, la superficie o la orientación son, ahora mismo, los factores determinantes para calcular el precio de un inmueble a la hora de venderlo.

Ganar metros sin necesidad de reformas. Uno de los aspectos que más valoran los futuros propietarios al decantarse por una vivienda u otra es el número de habitaciones que tiene. Para ganar estancias o espacios diáfanos, y sin necesidad de hacer grandes reformas, se puede optar por tirar o construir tabiques, deshacerse de pasillos excesivamente largos o distribuir los muebles de tal manera que den sensación de mayor amplitud. Con esto no solo se reduce el tiempo de venta, sino que al valor de tasación se añadiría el coste de la reforma más un beneficio de, más o menos, un 10%, tal y como especifican los expertos de Casaktua. Una casa comprometida con el medioambiente siempre es mejor. Desde hace algunos años, la tendencia que más fuerza ha ido cogiendo es la de viviendas verdes. Para conseguir que una casa lo sea se pueden llevar a cabo pequeños cambios, como una caldera más eficiente o detectores de presencia para la iluminación, o inversiones mayores, como la instalación de paneles solares, implantación de tecnologías inteligentes o el aislamiento térmico en muros y ventanas. Un punto de partida a considerar son las ayudas a la mejora energética de la vivienda que ofrecen las diferentes comunidades autónomas. Las primeras impresiones siempre son importantes. Tal y como afirman algunos estudios, el comprador se decide por una vivienda durante los siete primeros segundos; de ahí que las primeras impresiones sean tan importantes. Por eso, para vender una casa en menos tiempo, es importante cuidar detalles como la pintura de las paredes, una iluminación cuidada, limpieza y orden, instalaciones eléctricas bien ejecutadas, entre otros.  El estado de puertas ventanas y suelos: tres de las preguntas más frecuentes. Entre las cuestiones que más preocupan a los compradores está la del aislamiento total de la vivienda, y por eso, es recomendable que las puertas, las ventanas, el suelo y los techos estén en buenas condiciones. Además, estos elementos son los que más sufren en el hogar por el uso diario, por lo que el deterioro es más perceptible. Dado que sustituir toda la carpintería de madera puede ser muy costoso, también está la opción de cambiar los tiradores y tratarlos o lacarlos.  Renovar baños y cocina, una buena inversión. Quizá son dos de los puntos más críticos a la hora de valorar una vivienda. Como la actualización completa puede ser un gasto excesivo, cambiar la cortina de la ducha, el espejo, los grifos o la tapa del inodoro, así como sustituir la bañera por una práctica ducha, aportará una mejor imagen y más valor a la tasación final. Respecto a la cocina, se recomienda renovar elementos como el suelo, los azulejos o los electrodomésticos (cuanto más eficientes, mejor). Ir al suplemento de vivienda