CAJAS DE AHORRO

Ibercaja se permite seguir en solitario, sin fusiones

La caja reforzó sus indicadores de liquidez, morosidad y 'core capital' hasta septiembre.

Amado Franco y José Luis Aguirre, durante la presentación de resultados de la caja aragonesa.
Ibercaja se permite seguir en solitario, sin fusiones
CARLOS MONCíN

"Ibercaja tiene futuro en solitario". Así de contundente se mostró ayer el presidente de la caja de ahorros aragonesa, Amado Franco, a quien se le preguntó por la postura de la entidad ante la segunda oleada de fusiones, que el sector espera para dentro de poco tiempo. En opinión de Franco, que presentó en rueda de prensa los datos económicos de la caja hasta septiembre -previamente a la celelebración de la Asamblea General Ordinaria-, aún es prematuro hablar de una segunda fase de uniones entre cajas, ya que "la primera no ha hecho más que empezar, está todavía en mantillas, y -apuntó- creo que la segunda tanda dependerá del grado de éxito de la primera".


En cualquier caso, el presidente de la caja aragonesa mantuvo que Ibercaja "tiene solidez y proyecto para ir sola, independientemente de que haya una, dos, tres o cuatro oleadas de fusiones. Tenemos futuro; no necesitamos unirnos a nadie para tener ese futuro". Como argumentos de peso, y para avalar esta confianza, el presidente y el director general de la caja, José Luis Aguirre, detallaron los resultados obtenidos por la entidad de ahorro en los nueve primeros meses del año, unas cifras que, pese al entorno tan complicado en el que se mueve el sector, siguen arrojando beneficios, sin menoscabar las ratios de solvencia, liquidez y morosidad.


Sin embargo, el presidente de Ibercaja tampoco cerró del todo la puerta a posibles operaciones, si estas demuestran ser una oportunidad de futuro para la caja: "Otra cosa -dijo Amado Franco en este sentido- es que se presenten alternativas que, sin dañar nuestros indicadores, nos permitan mejorar nuestro proyecto propio cumpliendo con las funciones para las que fuimos creados (tanto la financiera como la social)". En ese caso, si se presentara esa posibilidad "tenemos la ventaja -dijo el presidente de Ibercaja- de poder analizarla con serenidad y, de acuerdo con el marco legal vigente, tomar una decisión, porque tenemos un proyecto propio y de futuro". Sea como fuere, y para evitar especulaciones, Amado Franco aseguró que "no hay nada en este momento".


En cuanto a la situación y la evolución de la caja durante los tres primeros trimestres del año, tanto Franco como Aguirre hicieron hincapié en los tres puntos que consideran que mejor definen la situación de una entidad: la solvencia, la liquidez y la tasa de morosidad. Los responsables de la caja aragonesa se mostraron satisfechos con los tres y destacaron que el 'core capital' -que da cuenta del grado de solvencia de una entidad financiera- alcanzó el 9,37% en septiembre; que las disponibilidades de liquidez superan los 4.900 millones (un 12% del activo de la caja) y que la morosidad se situó en el 3,65% (en el conjunto del sistema esta ratio fue del 5,6% en agosto).


Menos beneficios


En cuanto a las cifras como tal, Aguirre apuntó que la caja aumentó hasta septiembre tanto su volumen de actividad como la inversión y los recursos captados a clientes. Como resultado de estos datos, la caja finalizó el tercer trimestre del año con un beneficio neto cercano a los 127 millones de euros, lo que significa casi un 28% menos que un año antes. Esta caída en los beneficios se debió a las provisiones voluntarias que hizo la entidad en ese periodo (destinó a dotaciones cautelares 44 millones de euros) para reforzar su balance. Amado Franco explicó que esta actuación estaba en línea "con la política conservadora de la casa, de guardar para los años malos".