El vicepresidente del Banco Santander, Matías Rodríguez Inciarte, apoyó ayer la creación del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y dijo que "bien utilizado es un instrumento razonable para lograr la reestructuración financiera en España". Rodríguez Inciarte, que pronunció en Zaragoza la conferencia 'El sistema financiero internacional tras la crisis' (dentro del ciclo organizado por Ibercaja y el Colegio Mayor Miraflores), dijo que "el gran reto que tiene España es hacer bien este proceso de reorganización bancaria" y opinó que el FROB es una buena herramienta, siempre que se utilice para ayudar a entidades "intrínsecamente viables", que sea el Banco de España quien tutele este proceso y que se haga con criterios técnicos y económicos, "sin interferencias políticas".

El vicepresidente del Santander analizó en su conferencia el surgimiento y las consecuencias de la crisis internacional y al referirse al sistema financiero español dijo que había resistido bien el envite porque estaba bien supervisado, contaba con provisiones genéricas y en sus balances no tenía activos 'tóxicos'. Si embargo, el punto débil (a futuro, sobre todo) estaba -señaló- en su exceso de capacidad. Este sobredimensionamiento era el que había que corregir a medio plazo.

Reforma laboral

Sin embargo, destacó que para que esta reestructuración financiera tenga éxito y ayude a la economía real, debe ir acompañada de una serie de reformas estructurales y entre ellas, citó la reforma laboral. Rodríguez Inciarte no entró a detallar por dónde debe ir, en su opinión, esta reforma, pero sí dijo que era "irresponsable no abordar este problema" cuando la tasa de paro en España es el doble que la media de la UE. También defendió la necesidad de volver al equilibrio financiero y, en este sentido, apoyó las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno, que deberían servir para reducir el déficit público desde el actual 11,4% del PIB al 3%. "Se requerirá para ello -dijo Rodríguez Inciarte- hacer un esfuerzo ingente. Las medidas anunciadas (reforma de las pensiones, recorte de gasto...) van en la buena línea pero no son nada fáciles de adoptar". Además de la reforma laboral, citó la liberalización de los servicio y, sobre todo, la educación y la formación como áreas que necesitan una profunda reforma. Pese a lo complejo de las tareas, Rodríguez Inciarte se mostró confiando en que España "saldrá de esta, pero con el extraordinario esfuerzo de todos".