AFECTA A TODA LA PLANTILLA

GM presenta el tercer expediente de suspensión para Figueruelas en menos de un año

La dirección de General Motors presentó ayer un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) para la factoría de Figueruelas, el tercero en menos de un año, que tendría una duración de hasta 15 días y afectaría a toda la plantilla (7.439 trabajadores), según informaron fuentes sindicales. La decisión, que fue comunicada ayer al comité de empresa y a la dirección general de Trabajo, no coge por sorpresa a los trabajadores, que la esperaban desde hacía semanas. Desde las secciones sindicales de la planta se mostró el rechazo al nuevo ajuste, que llega cuando quedan dos días por aplicar del anterior expediente, en el que se aprobaron 17 jornadas, y mientras sigue en marcha el primer ERE, que aprobó el envío al paro de 600 personas al mes durante un año y que finaliza el 31 de octubre.


Una vez más, la multinacional argumentó la caída de las ventas, con una nueva rebaja de la previsión de fabricación para este año que quedaría en 335.000 vehículos, 25.000 menos respecto a los últimos datos comunicados.


Los sindicatos mostraron su rechazo a la medida, que analizan ahora y debatirán en la reunión prevista para el martes, ya que esta semana tienen la agenda apretada con la reunión de mañana del comité europeo en Ruesselsheim (Alemania) y la jornada de expediente del lunes.


Aunque esperada, fue una "mala noticia" para los trabajadores, reconoció Chema Fernando, representante de la sección sindical de CC. OO. Unida a la situación de "incertidumbre" que viven los trabajadores sobre quién será finalmente el inversor que se haga con Opel "no contribuye a tranquilizar, sino todo lo contrario", añadió.

"No podemos estar así"

 

"El recurso fácil es el expediente", criticó, en lo que coincidieron desde CGT y OSTA. "Pedimos que se haga otro tipo de medidas, que no sean tan agresivas para los trabajadores. Que no tengamos que poner todo nosotros", indicó Santiago Arcos, portavoz de CGT.


"No tienen programación de las producciones y vamos cambiando los días de ERE con cinco o seis días de antelación. No podemos estar así", lamentó Rafael Díaz, representante de Acumagme.


Ante la necesidad de ajustar la fabricación a la demanda del mercado "no se está dejando de producir", criticó José Luis León, desde OSTA. Así, los ritmos de fabricación se mantienen con unos 1.820 coches de media al día. "Como pasó en el primer ERE no se han tomado medidas para bajar la producción", dijo. Además, apuntó que la sucesión de expedientes está produciendo una "merma económica" para los trabajadores y que en las quinielas sobre el futuro de la planta, con la canadiense Magna o la china BAIC, en todas "nos llevamos la palma en recortes de empleo". En ambos casos se hablaría de unos 1.800 despidos para la factoría zaragozana, pese al esfuerzo en "optimización y eficiencia".


El nuevo expediente entra en la fase de consultas, durante la que no se espera que se alcance ningún acuerdo, ya que la situación es similar al anterior en el que no lo hubo. Los sindicatos son pesimistas y creen que pese a su oposición, la Administración autorizará la medida, como ya hizo en enero con el segundo.

El cuarto ERE, en el aire


Y el tercer expediente no sería el último. La dirección ya ha informado a los representantes de los trabajadores que estudia ampliar el primero, que finaliza en octubre, para prolongarlo hasta el lanzamiento del nuevo Meriva, previsto para abril de 2010. En él se suspendió el turno de noche de la línea que comparten el Meriva y el Combo, con la salida cada mes de unos 600 trabajadores, parte voluntarios y parte forzosos.


"El proceso está siendo demasiado largo y está minando los ánimos. Llevamos prácticamente un año con esta situación", lamentó José Antonio Gil, portavoz de USO, en referencia a los expedientes y la venta de Opel. "Todos estamos deseando que digan de una vez cuáles son los planes y quién es el inversor", concluyó.


Una decisión que todavía no se conoce y que esperan inquietos los trabajadores. También sigue pendiente por fijar una fecha para la anunciada -y retrasada- reunión entre los responsables de Magna y los consejeros de Economía e Industria del Gobierno de Aragón. De momento, desde ambos departamentos no se confirmó cuándo se celebrará.