OPEL

GM Europa recorta su plan de producción en 70.000 coches y estudia recuperar actividades

La retirada del plan que suprimía 900 empleos en Figueruelas, entre las medidas para afrontar el contexto actual

La decisión de General Motors de retirar el plan de ajuste que incluía el recorte de más de 5.500 empleos en Europa, 900 de ellos en Figueruelas, forma parte de una estrategia de la compañía para hacer frente a su difícil situación financiera (con pérdidas millonarias en EE. UU.) y al contexto de crisis económica en el Viejo Continente. Esta estrategia incluye, según señaló ayer a este periódico Pedro Bona, representante de la planta de Zaragoza en el comité europeo que se reunió el viernes en Alemania con la dirección de la firma, el recorte de 70.000 vehículos en los planes de producción de este año (alrededor de 20.000 en la factoría aragonesa), la decisión de adelantar el inicio del montaje de nuevos modelos (como la segunda generación del Meriva) y la posibilidad de recuperar actividades.


En el análisis de la situación de la empresa y del mercado, el presidente de General Motors Europa, Carl-Peter Forster, explicó el viernes que la crisis se está haciendo notar de modo muy negativo en la venta de automóviles, particularmente en España, el Reino Unido e Italia, y que el incremento del precio del acero está haciendo mella en las cuentas de la compañía, según relató Bona. Forster indicó que este contexto es el que influirá directamente en la nueva gestión de la filial europea de GM, una autonomía respecto a Estados Unidos -donde hay importantes recortes de empleo y cierres de plantas en marcha- que habrá que ejercer con actuaciones concretas, algunas ya anunciadas y otras por negociar con los representantes de los trabajadores.


Entre las actuaciones ya decididas está la de revisar prácticamente cada semana las previsiones de producción, medida que la dirección de GM España notificó esta semana al comité y que Forster corroboró para el marco europeo en la reunión del viernes en Rüesselsheim, cerca de Fráncfort. Los 70.000 vehículos menos, precisó ayer Pedro Bona, es el recorte previsto ya el día de la reunión, el viernes, pero el número puede evolucionar -a nadie sorprendería que al alza- en próximas semanas.


Otra medida acordada ya es el adelantamiento en la producción de algunos vehículos que ya están en el final de su ciclo. El Meriva es uno ya decidido -la segunda generación empezará a montarse en octubre de 2009 y no en enero de 2010, fecha apuntada por Romuald Rytwinski el día de su presentación como máximo responsable de GM España-, pero podría haber otros, como el Astra. El nuevo modelo del pequeño monovolumen que sale de Figueruelas será el siguiente lanzamiento de Opel después del Insignia, para el que la compañía augura un futuro muy optimista.


El turno de noche del Meriva


Sí se planteó en la cita alemana, apuntó también Bona, la posibilidad de suspender el turno de noche del Meriva, actuación que se materializaría en noviembre pero que "en este momento no es necesario", según se comunicó al comité de empresa europeo. Antes de adoptar medidas como esa, según comunicó GM a los sindicatos, se lanzarán ofertas y campañas de productos que reanimen el mercado.


En la reunión de la dirección de GM Europa y los sindicatos quedó claro, según las mismas fuentes, que no está previsto llevar a cabo externalizaciones, ni siquiera la que se anunció para el departamento de Taller central, energía y aguas de Figueruelas, para el que ya había un comprador (Dalkia, del grupo francés Veolia) y que hubiese afectado a más de 220 personas. En contra de esa política, la compañía estudia ahora la posibilidad de recuperar actividades por una cuestión de rentabilidad.


Bona se mostró satisfecho también de que en el encuentro de Rüesselsheim Forster y los miembros de su equipo que le acompañaban, entre ellos el jefe de Manufacturas de GM Europa, Eric Stevens, ofrecieran garantías de que se seguirá apostando por la continuidad de las plantas de la compañía ubicadas en Europa Occidental con nuevos modelos, incluso de Chevrolet.


Pedro Bona, líder de la sección sindical de UGT en GM España, también celebró que el plan de ajuste ya no tenga que ser abordado en las negociaciones del XII convenio colectivo de la factoría zaragozana. En los encuentros entre dirección y comité de empresa (que fueron pospuestos antes del verano a instancias de la compañía, que quería esperar a la evolución de la multinacional en su conjunto antes de pronunciarse sobre ciertas cuestiones), los representantes de los trabajadores -apuntó Bona- "no renunciaremos a lo básico de nuestra plataforma".